En Abril de 2017, el Concejo Deliberante sancionó la ordenanza propuesta por el Gobierno de Nizar Esper y redactada por el entonces Secretario de Gobierno, Gabriel Olivé, en la que se prohíbe la presencia de animales sueltos en la vía pública, ante el riesgo que implica para la seguridad vial y la integridad física de las personas.
La presencia de animales sueltos en el ejido urbano genera frecuentes reclamos en distintos barrios de nuestra ciudad, no solo por la posibilidad de que ocasionen accidentes a peatones y automovilistas, sino por los riesgos sanitarios que implican.
Si bien existía una ordenanza que regulaba la tenencia, la captura del animal no estaba reglamentada, situación que fue salvada por el gobierno local quien remitió el proyecto de ordenanza hace dos años atrás.
De esta forma existe un marco normativo no sólo en prohibir en el ámbito de la ciudad la presencia de animales sueltos de las especies equina, bovina, ovina, porcina y caprina en la vía pública sino también para los que se encuentran en terrenos de propiedad particular sin un alambrado perimetral, tapias o cercos.
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La ordenanza es clara. La Dirección de Control Urbano es el área encargada de detectar la contravención, procediendo a la confección del acta de comprobación, captura del animal y traslado al depósito que el Ejecutivo establezca con el auxilio de los profesionales del área de Bromatología y Zoonosis. Además en la ordenanza se contempla que, el animal que no fue reclamado en quince días, pasará al patrimonio del Estado, pudiendo el Ejecutivo disponer de su remate o subasta pública. También prevé multas computadas en unidades fijas que se actualizan según el precio del litro de nafta súper. Cabe destacar que el Ejecutivo tiene la potestad de corregir, modificar u observar una ordenanza, incluso para proponer un aumento del valor de las multas por infracciones.