El subcomisario José Luis Ludueña de la Dirección de Seguridad Rural Sección N° 2, más conocida como la Guardia Rural Los Pumas, atendió a este semanario y dio cuenta de algunas modificaciones recientes en el Código de Convivencia y que entraron en vigencia esta semana.
Hasta hace pocos días, al encontrar a un animal suelto en la vía pública, por ejemplo, en el caso de Arroyo Seco, se le daba intervención al Circuito N° 15 con asiento en esta ciudad. Sin embargo, a partir de ahora directamente toma participación la Fiscalía de Rosario que es la que determina las directivas a seguir. En este sentido, indicó que el fiscal en turno es quien dispone qué se hace y dónde va el animal que se halla en la vía pública; también comentó que es más complicado para el dueño de ese animal porque ahora tendrá que viajar a Rosario si es que se procede al secuestro.
También remarcó que la función principal de Los Pumas no es pura y exclusivamente responder a los animales sueltos. Sino que principalmente asumen intervención en los casos de robos y abigeatos. Cuando se presentan estas situaciones, sí o sí deben asistir al lugar, entrevistar a las víctimas e iniciar una investigación.
El jefe policial mencionó que tiene a cargo una amplia jurisdicción que abarca todo el departamento Rosario, son 160 mil hectáreas y recordó que uno de los casos más resonantes que se tuvo en este último tiempo fue el hecho de cuatrerismo que sufrió la familia Brancolini en noviembre de 2017 cuando atentaron contra más de 10 cabezas de ganado y donde, seguidamente, se procedió a la detención de varias personas en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos y al secuestro de distintos elementos que desbarataron a esa banda de delincuentes. También informó que tuvieron algunos robos de caballos en localidades vecinas y lo más inmediato de estos días fue la desaparición de un equino en Piñero y un pedido de colaboración desde San Lorenzo por la búsqueda de un caballo de equinoterapia.
Con relación al trabajo de los animales sueltos en esta localidad, un reclamo reiterado y constante de vecinos de distintos lugares de la ciudad, señaló que si los llaman no tienen objeción alguna en asistir para salvaguardar alguna situación de peligro. No obstante, comisaría, comando o guardia urbana también tienen la potestad de intervenir; incluso por la premura que representa retirar a animales de la calle. Siempre en el afán de evitar cualquier incidente.
En este último tiempo, el procedimiento más trascendente que se tuvo con caballos fue en el barrio Playa Mansa. En diciembre del año pasado, durante uno de los trabajos contuvieron a unos 12 equinos sueltos que pertenecían a una tropilla de un mismo dueño. Y, por otro lado, al ser consultado si mantuvo algún contacto con la municipalidad de esta ciudad o con el área de Protección Civil Municipal, fue claro y mencionó que “en lo que va del año” no recibió ninguna comunicación ni pedido de colaboración por parte de nuestro municipio.
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Por otra parte, el día miércoles, el intendente municipal Nizar Esper reconoció que hay una gran preocupación por los caballos sueltos y sobre esto afirmó: “Estamos buscando el mecanismo como para que vengan Los Pumas”. Admitió también que no hay legislación vigente que sancione fuertemente a quienes son responsables de animales y que permanentemente los dejan a la deriva y no se olvidó de mencionar que cuando la Guardia Rural realizó algún procedimiento recibió quejas de muchos vecinos. Dijo incluso que la única opción por el momento es que, ante un caso de observar caballos sueltos, lo encomendable e inmediato es que la gente llame a Protección Civil. El número habilitado para llamadas es el 15438961.