Marcelo Storani tiene su casa en construcción en el barrio ribereño Bote Club, situada en calle Vito Dumas al 200. Hoy se encontró con la amarga sorpresa de que le habían sustraído la bomba de agua de la pileta. Si bien la propiedad tiene alarma, el sensor no llegó a emitir señal porque justo no alcanza al sector donde robaron.
Indignado recordó que ya le robaron 7 veces en el transcurso de “1 año y medio” aproximadamente. En cinco ocasiones ingresaron a esta misma casa en obra y dos veces le robaron en la agencia de vehículos que tiene sobre calle Rivadavia. “La verdad que estoy re caliente”, pronunció con la rabia propia de la situación.
Comentó también que en el Bote Club están a oscuras. La plaza que está allí no tiene luz y la columna más cercana a su casa tampoco tiene lámpara que funcione.
Según él mismo contó, ya hizo el reclamo en la municipalidad, pero la respuesta no lo dejó muy conforme. “Me dijeron que yo compre las cosas que ellos me la colocan. Es una vergüenza”, sentenció.