El reconocido comunicador y locutor Luis Godoy anunció con alegría que recuperó el 70 por ciento de la vista en su ojo izquierdo, contra todos los pronósticos que auguraban ceguera total.
“Pasó un año, y realmente la pasé bastante mal, fue un año donde no pude hacer lo que siempre hice, que es manejarme solo, dependía todo el tiempo de mi familia y los compañeros de trabajo. Al programa nunca falte, a pesar de que en algún momento no podía ver”, expresó.
En este tiempo se sometió a tres cirugías en el ojo izquierdo: “La primera fue para pegarme la retina, la segunda me tuvieron que volver a tocar la vista porque sangraba y la última fue hace un mes para sacarme cataratas, que me evitaba ver con claridad. En la segunda operación la doctora me informó que había esperanzas. La última operación fue traumática. Solo te anestesian donde te van a tocar. Vos ves y sentís todo. Había visto por Youtube como era la operación, mi familia me retó, pero sentía la necesidad de estar preparado. No hubo dolor pero sí molestia. Me dijeron que en 30 días iba a recuperar la vista y así fue, me reconstruyeron la vista en el Hospital Centenario con una atención extraordinaria. Me saco el sombrero por ese efector público. Estoy en un 70 o ciento, que me permite manejarme en la ciudad. Del otro ojo, no veo, quedan dos o tres cirugías más porque tengo retina desprendida y cataratas”.
El periodista que también es referente de una de las iglesias evangélicas de nuestra ciudad, decidió desde un primer momento compartir la situación que fue producto de una diabetes que desconocía, y con su ejemplo animó muchas personas que pasan por situaciones similares. “En estos procesos dolorosos de enfermedad lo principal es la fe, que fue lo que me sostuvo, el pronóstico era bastante mal, era ceguera total. No me daban ninguna esperanza y gracias a que uno se mantuvo firme en la fe y el trabajo, hoy la realidad es otra. Es importante no quedarse en casa, era para estar en el dormitorio solo y a oscuras. Pero lo que más me fortaleció fue la oración y la preocupación de los amigos, mis compañeros de trabajo que siempre estuvieron. Ahora volví a trabajar en mi estudio de grabación, no veía ni el cursor de la computadora, tenía que pedirle paciencia a Dios, te desesperas, salía por obligación y no lo disfrutaba. Pero ahora todo va mejorando, y sé que la otra vista también la voy a recuperar”.