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El Dr. Fernando Zárate fue convocado para actuar como abogado defensor de Marcelo Ferreyra y su esposa. La pareja fue detenida la semana pasada luego una serie de allanamientos a cargo de la Prefectura Naval Argentina (PNA). Tras una audiencia celebrada en estos últimos días, el juez que entiende en la causa, ordenó que ambos obtengan prisión domiciliaria. El proceso continúa, pero el letrado considera que hay pruebas suficientes que demuestran la inocencia de su cliente.
El martes de la semana pasada, tras una investigación iniciada por Prefectura Naval Argentina (PNA) destacamento Arroyo Seco, se efectuaron distintos procedimientos en diferentes localidades: Rosario, Villa Gobernador Gálvez y en nuestra ciudad dos domicilios fueron allanados.
Las órdenes fueron emanadas por el Juzgado Federal N° 3 a cargo del Dr. Carlos Vera Barros.
En consecuencia, procedieron al secuestro de estupefacientes, armamento, dinero en efectivo y elementos electrónicos que están siendo analizados.
En el caso de Arroyo Seco, se allanó una casa de calle Colón al 600. Allí hubo un detenido que fue trasladado a la sede local de Prefectura en averiguación de sus antecedentes pero que luego recuperó su estado de libertad. Y en de Gálvez al 100, se llevaron a una pareja. En esta propiedad se incautaron unos 24 gramos de cocaína, armas, efectivo, celulares y otros elementos. Éstas dos personas estuvieron alojadas en distintas delegaciones de Prefectura durante los primeros días de detención y luego el juez determinó otorgárles prisión domiciliaria mientras el proceso continúa.
El Dr. Fernando Zárate fue convocado como abogado defensor de Marcelo Ferreyra y también en representación de su esposa, que, por secreto de sumario, prefirió no dar su identidad. Sí, la del hombre ya que es una persona conocida en la ciudad.
El profesional comentó que la noche del procedimiento se acercó al lugar, solicitó información sobre el allanamiento y sus motivos; y después de que constató de que estaban haciendo las cosas como corresponde, dijo que se retiró del lugar.
Dio cuenta de que su defendido está imputado de tenencia y comercialización de estupefacientes y que tras la detención de Ferreyra solicitó primeramente la excarcelación y luego la prisión domiciliaria. Hubo dos llamados a audiencia, la primera quedó trunca y en la segunda cita, finalmente se le dio curso a su pedido y hoy esta persona y su mujer se encuentran nuevamente en su casa a la espera de que les coloquen las tobilleras electrónicas.
El jurista además explicó las razones por las que el juez consideró su petición. “En noviembre de este año, hubo una reforma en el código procesal penal de la Nación en donde se le permite al juez, determinadas facultades para impedir que un sujeto sea privado de la libertad sin sentencia previa y esto nos ha beneficiado porque el juez consideró que no habría peligrosidad de fuga ni de entorpecimiento de la causa si nuestro cliente estaba en su casa. Se le va a poner la tobillera y nos da a nosotros la tranquilidad de que Marcelo que no tiene nada que ver en la causa”.
