Para las personas con este trastorno, las fiestas se convierten en un verdadero calvario por el uso de la pirotecnia.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) tiene entre sus síntomas la hipersensibilidad en sus sentidos, especialmente la auditiva. Por eso, las personas con autismo son muy sensibles a los estímulos externos, ya sean imágenes, olores o sonidos, y por lo tanto la pirotecnia los afecta directamente.
Según los especialistas, las personas con TEA tienen una mayor sensibilidad en algunos de los sentidos, y en particular el oído. Al tener su capacidad auditiva incrementada, perciben los estruendos como una verdadera catástrofe, se estresan y sufren. Algunos se tapan los oídos de manera desesperada, pero sin poder controlar las crisis que les provocan los ruidos, pueden llegar a autolesionarse.
Es tan fuerte la conmoción que genera la pirotecnia en estas personas, que incluso los profesionales cuentan que “los fuegos artificiales tienden a desorganizar en exceso a los chicos con TEA” y durante enero deben ayudarlos a reponerse del impacto de los festejos.
Qué provoca la pirotecnia en los chicos con autismo
- Alto nivel de ansiedad y estrés.
- Sensación de miedo que los lleva a tener crisis de llanto y gritos.
- Actitud agresiva como forma de manifestar la molestia.
- Pueden llegar a autolesionarse
- La perturbación que les provocan los sonidos fuertes incrementan su nivel de cortisol en sangre, lo que los pone tensos y tienen conductas estereotipadas y repetitivas.