Giuliana Bertocchini es una joven abogada y vecina de zona norte de nuestra ciudad, que el año pasado presentó en la Municipalidad y el Concejo un pedido de control a los emprendimientos de esa zona por fuerte olor a criadero de cerdos.
Cuando su pedido se hizo público, vecinos de distintos barrios como Santa Rita y Don Alejandro se contactaron para sumarse, coincidiendo en que algunos días, sentían olores insoportables.
Giuliana apuntó desde un comienzo a la firma Worms, porque un familiar había trabajado en un criadero de la zona que según sabía, pertenecía a esa firma. El Secretario de Gobierno Adrián Spina salió a declarar que Worms no tiene cerdos, y era cierto; pero uno de sus socios era el responsable del criadero que estaba enfrente, con 1100 animales en ese momento y un proyecto para sumar muchos más.
Gustavo Calamari se reconoció como uno de los socios del emprendimiento y abrió las puertas del criadero a La Posta Hoy en el mes de octubre, de lo que hoy se conoce como Calzim S.A. ubicada en Allíel camino de tierra que une nuestra ciudad con General Lagos. Aseguró en ese entonces que tenía todos los estudios necesarios para comprobar que el olor no salía de allí y que había otros lugares en esa zona que podrían ser responsables del malestar. También explicó que el objetivo de ese predio a futuro era la generación de biogás con los purines de los cerdos.
Spina salió a decir entonces que solicitaron la intervención de la Secretaria de Medio Ambiente provincial, pero nunca más se trató el tema.
Ahora durante la cuarentena, los olores volvieron a aparecer y los vecinos manifiestan que les resulta imposible ventilar su casa y hasta comer, que sienten náuseas y la situación es insostenible al no poder salir de sus hogares.
"Vivo desde siempre en esta zona. Y el olor que a veces producen las piletas decantadoras es como a cloacas. Este olor es muy específico, es olor a cerdos" aseguró Giuliana descartando a su criterio que pueda venir del predio municipal.
La joven había presentado su pedido en la Municipalidad y el Concejo por escrito, y a pesar de la gran repercusión que tuvo su reclamo y la cantidad de vecinos adherentes, absolutamente nadie se comunicó con ella.
"No tengo nada en contra de esta empresa, pero el Estado tiene que controlar, no yo", pronunció volviendo a solicitar al municipio que se esclarezca la situación de dicho emprendimiento.