La víctima fue nuevamente Rafael Vivas. Este vecino tiene asiento en una precaria casa ubicada a unos 400 metros detrás del cementerio local. En el mes de mayo de este año padeció un hecho de similares características.
Esta mañana dialogó con el programa “Dos & Pico” y contó que anoche llegó cerca de las 20:30 y que se encontró con una puerta abierta. Ante el temor que le causó la situación, le dio aviso al 911 y Comando Radioeléctrico arribó rápidamente al lugar. Una vez allí, el personal policial ingresó a la casa, pero los ladrones ya habían huido.
En el interior tenía un gran desorden y lograron llevarle “un estéreo viejo que tenía para escuchar música” y mercadería que tenía para subsistir.
“Ya estoy cansado, yo no molesto a nadie, trabajo en Rosario. Me quiero ir de ahí”, pronunció Rafael que además agregó que no cuenta además con los servicios ni de electricidad ni tampoco tiene agua. “Cada vez que quiero tomar un mate, le tengo que pedir agua al vecino. Estoy cansado”, repitió.
Rafael está buscando otro lugar para reubicarse. Necesita salir de allí para, por lo menos, ganar un poco de tranquilidad y no estar pensando en que cada vez que se va a trabajar, los ladrones pueden regresar a vaciarle la casa.