Paola Spina relató el angustiante momento que le tocó vivir ayer con su sobrino de 6 años.
El nene comenzó con una crisis de asma, no podía respirar bien y como estaba cerca de un centro médico privado, decidió pagar una consulta particular para que lo vea una pediatra.
La médica que lo revisó constató que estaba entrando poco aire en los pulmones y realizó las primeras atenciones. Si bien el nene presentaba alguna mejoría, no lograron estabilizarlo durante más de dos horas. La falta de aire regresaba. La pediatra del privado le indicó que lleve al chico al Hospital 50, ya que no tiene obra social.
Le dió algunas indicaciones por escrito y llamó al nosomocio para avisar del caso.
No obstante, cuando Paola llegó al hospital cerca de las 17 horas, el trato fue muy malo desde el comienzo. Según su relato, la médica que la atendió le habló en malos términos y cuando le contó que venía de un centro privado con algunas indicaciones, se puso muy nerviosa y empezó a gritar mientras el nene empeoraba su cuadro.
La médica se quejaba de lo que ya se había hecho, no entendía las indicaciones de su colega, por lo que Paola decidió llamar por teléfono a la pediatra del privado para ponerlas en contacto telefónico. La pediatra del hospital, se enfureció con el llamado, se negó a hablar con la otra médica, y recién ahí dijo que lo importante era el nene, que a esa altura le costaba mucho respirar. Recién ahí lo llevó para ponerle oxígeno y le dió el alta a las pocas horas, sin que a su criterio esté totalmente estabilizado.