La comunidad de Arroyo Seco ha dado muestras de que las verdaderas transformaciones se dan cuando las personas se organizan por necesidades en común: el mayor ejemplo de esto son las juntadas vecinales en los barrios ribereños, a las cuales acompañamos como organización y desde el Concejo junto a nuestros compañeros concejales Luciano Crosio y Josefina Artusa. Acompañamos e impulsamos dándole voz y visibilidad a los pedidos de los vecinos por la recuperación de los espacios públicos sobre el río, actualmente ocupados por privados; acompañamos e impulsamos el pedido de la puesta en valor de la flora y la fauna del lugar, de los cañaverales de Mirador del Río, de los árboles de Playa Mansa, entre otros. Pero no nos quedamos sólo en eso: propusimos un espacio de debate y encuentro: El Consejo Costero, espacio donde representantes de diferentes barrios ribereños, junto al legislativo y ejecutivo pudieran encontrarse con regularidad, realizar los reclamos pertinentes y hacer fuerza por recuperar una ciudad de cara al río. Si no nos apuramos a revalorizar el río como fuente de trabajo y de salud el mismo terminará más privatizado de lo que está ahora. El consejo costero se constituyó para recuperar el río para Arroyo Seco. Hasta hace poco se encontraba el proyecto en el Concejo sin tener las voluntades suficientes para tratarse. Para eso queremos seguir reforzando el Concejo deliberante. Para crear espacios donde los vecinos y vecinas de los barrios afectados puedan tener respuestas inmediatas, sin tener que pedir reuniones ni llenar papeles; para lograr por fin esa deuda histórica de una costanera pública, de un plan ribereño que incluya a los pescadores artesanales, que a su vez proteja el medio ambiente. Es momento de reconocer el trabajo de los vecinos y vecinas y de incluirlos en la ciudad que queremos.