Unión y Athletic a puro corazón y sacrificio para un empate a la medida del partido.
Por Jorge Cuello
En la fría tarde del domingo 16 de julio, nuevamente el Clásico tuvo ruedo. Fue en la cancha de Unión, donde “Panzas” y “Picantes” pusieron mucha garra, más para no perder que para ganar. Esto es solo metafóricamente porque uno y otro y cualquiera quiere ganar y solo ganar.
Luego de los papelitos los humos de colores y algunos fuegos de artificios, dando el marco ideal para un partido de estas características, todo comenzó pragmáticamente. Como conociéndose, como estudiados con antelación para no cometer errores.
Ningún Clásico se parece a otro, es sabido, y ASAC no compró como en el partido de la Zona Campeonato cuando perdió 2-1 ante CAU, sorprendido por un contrario que no le permitió desplegar juego y los goles llegaron por decantación.
Primera etapa pareja, muy apretado de marcas, no aparecieron los habilidosos y se quedaron con un empate en cero en esa parte que estaba bien.
La segunda mitad, no fue diferente aunque aparecieron figuras que saben con la pelota pero igual a la hora de la última estocada no pudieron. Aparecieron los goles y a partir de allí el Clásico creció en corazón y sacrificio.
En el ínterin de idas y vueltas y pelotazos a nadie, sacándola de abajo para donde sea, apareció el primer gol. Fue desde un tiro de esquina que ejecutó Carlos Solari, la pelota se elevó, el viento fue cómplice, cae la bola abruptamente y sobrepasa a Riganti que saltó lo que pudo pero no llegó.
Un buen gol por la trayectoria del balón, poco usual en la Liga del Sud, el buen pie de “Charly” lo hizo y volvió a convertir en un clásico en cancha de Unión.
El conjunto que dirige Joel Calegaris, no se amilanó y pareció encenderse para no perder en su cancha. Fue así que aparecieron jugadores como Villalva en su mejor dimensión y forzaron a varios tiros de esquina y tiros libres. De un tiro de esquina, defectuosa pero esforzada tapada en lo alto de Machuca para evitar que ese tiro fuera también otro gol olímpico, origino la jugada del empate. La pelota luego de la reyerta en el área chica, se eleva, la baja con categoría el joven Altamura y una vez en el piso la empuja al gol para la igualdad.
Quedaban todavía 27 minutos de juego y los dos equipos brindaron el espectáculo de la medida, solo que los arqueros no fueron inquietados por lo que dejaron defensivamente todos , con definiciones por pelotas defectuosas en los remates de los delanteros.
Fue empate y está bien, cada uno con su libro de jugarse y no dejar jugar a su rival, puede gustar o no pero el empate fue lo más justo en partido aceptable.
Nuevamente Fiore se llevó el plus de la Figura de Unión, Farías y Roberto aumentan el podio a puro sacrificio.
Por Athletic el plus se lo llevó Ramos, completando la terna con Solari muy sacrificado y Santamaría de igual manera.
Los Goles: Carlos Solari ASAC 11´ST. Renzo Altamura CAU 19´ST
Árbitro: Gonzalo Ferrari, bien.