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Policiales

Presa por una violenta entradera, le imputaron otros delitos en General Lagos

Luciana Maribel V. fue acusada de haber participado en un atraco y dos intentos de extorsión. Estaría ligada a una banda de Villa Gobernador Gálvez. Las cámaras del monitoreo comunal de General Lagos también fueron clave para la investigación. Varios registros fílmicos fueron sumados como pruebas.

La fiscal Viviana O'Connell llevó adelante la pesquisa que terminó con la imputación.

La fiscal Viviana O'Connell llevó adelante la pesquisa que terminó con la imputación.

Una mujer de 30 años detenida desde fines de abril por una violenta entradera en una vivienda de General Lagos fue imputada por una serie de violentos hechos previos a ese atraco tras el cual cayó junto con cuatro hombres. Se trata de Luciana Maribel V., a quien la fiscal de Investigación y Juicio Viviana O'Connell acusó este lunes por dos extorsiones y otra entradera en la misma localidad ubicada unos 20 kilómetros al sur de Rosario. Si bien ya estaba con prisión preventiva por el plazo de ley de hasta dos años, en esta última audiencia volvieron a dictarle la misma medida cautelar.

Según fuentes allegadas a la investigación, la mujer estaría vinculada a una banda oriunda de Villa Gobernador Gálvez que al parecer estaba cometiendo hechos delictivos en poblaciones cercanas a esa ciudad como General Lagos. Y fue la caída de esta gavilla, el pasado 27 de abril, lo que abrió el panorama para echar luz sobre una serie de hechos ocurridos meses atrás en esa localidad.

Luciana V. había caído junto con cuatro muchachos que habían perpetrado una violenta entradera en una casa ubicada en San Martín al 400 de General Lagos. Según la imputación formulada entonces por el fiscal de Flagrancia Adrián MacCormack, los acusados habían llegado al lugar cerca de las 20 del 27 de abril a bordo de un Fiat Siena conducido por Matías M. Luciana bajó del vehículo para golpear la puerta de la casa y cuando fue recibida por uno de los moradores apareció en escena William Hernán S., que lo tomó del cuello y lo golpeó fuerte en la boca.

Acto seguido, junto con el agresor y la mujer, irrumpieron en la casa Kevin Gabriel A. y Miguel Laureano A. Entre los cuatro amordazaron y maniataron a las personas que estaban en la vivienda mientras uno de los hampones le propinaba puntazos con un cuchillo a una de las víctimas para reforzar las amenazas de muerte que le profería.

Los ladrones huyeron en el Fiat donde los esperaba Matías M. con efectivo en pesos y dólares, así como algunas alhajas, artículos electrónicos, documentación y demás elementos personales.

Una llamada al 911 alertó a la policía sobre el atraco perpetrado por ladrones que escapaban en un auto por caminos de tierra en dirección a Villa Gobernador Gálvez. Entonces personal del Comando Radioeléctrico comenzó a patrullar las zonas rurales y en inmediaciones del Camino a Cargill y Magallanes avistaron el Fiat en el que se movían los sospechosos. Los policías lograron interceptar el vehículos e identificar a sus ocupantes, quienes al ser consultado por las cosas que llevaban a bordo del auto respondieron con evasivas.

En ese contexto apareció en escena personal de la subcomisaría 13ª de General Lagos, a cargo en ese momento del comisario Víctor Plouganou, que confirmó que ese era el auto en el que habían escapado los ladrones. Así, los sospechosos terminaron detenidos y dos días después MacCormack los imputó como coautores de un robo agravado por cometerse en poblado y en banda y por uso de arma. El juez Hernán Postma dictó prisión preventiva por 90 días mientras que para Luciana V. impuso la medida cautelar por el plazo de ley de hasta dos años.

Previamente

Ya al momento de ser detenidos los imputados quedaron en la mira por una serie de hechos anteriores similares que estaban ocurriendo en General Lagos. Y la caída de esta banda, con el secuestro de los celulares de sus miembros, ofreció evidencias sobre hechos que resultaron conexos. Como los tres episodios que le imputaron este lunes a Luciana V.

Uno de ellos fue una extorsión intentada un mes antes contra las mismas víctimas de la entradera del 27 de abril. Fue el 18 de marzo cuando, alrededor de las 19, Luciana V. se acercó a la vivienda, tocó la puerta y al ser atendida le entregó a una persona una nota escrita que decía “comunicate con este número” y se cerraba con el ya clásico “con la mafia no se jode”.

Acto seguido, según la denuncia, la mujer se subió a un Volkswagen Suran conducido por un hombre y así se retiró del lugar. Sin embargo, al rato regresó. Sobre las 21 llegó otra vez a la casa y le dijo a su morador que “querían hablar” con él, para lo cual le dio en la mano un celular para que la víctima entablara una comunicación telefónica con alguien que hasta el momento no fue identificado por la pesquisa. Pero el dueño de casa se negó y entonces la chica volvió al Suran, que estaba estacionado frente a la vivienda.

En torno al VW había más personas que tampoco fueron identificadas hasta ahora y a quienes el hombre les preguntó quiénes eran y qué hacían ahí. Los hombres le dijeron que eran todos remiseros y se retiraron todos.

A la noche del día siguiente, cerca de las 22.30, la acusada llegó hasta un local de Dercoli al 100 donde dejó por debajo de la puerta otra nota manuscrita que tenía datos de la dueña del local y también le decía que se comunicaran con un número telefónico. La mujer se retiró del lugar. Horas después la víctima denunció haber recibido llamadas al teléfono fijo del negocio mediante las cuales le pedían hablar con ella para llegar a un arreglo, mencionando a sus familiares por sus nombres y amenazando con disparar contra el comercio en caso de que no les hiciera caso.

La muchacha también fue imputada de un robo a mano armada en un comercio de Urquiza al 900 de la misma localidad. Sobre las 23 del 13 de abril ingresó al local junto con un hombre —hasta ahora no identificado— y a punta de pistola comenzaron a sustraerle dinero. En ese momento llegaron otros dos asaltantes a quien la acusada les abrió la puerta y entre los cuatro se metieron en la vivienda particular de la víctima, ubicada en la parte posterior del negocio.

En la casa había otra persona que también fue maniatada por los ladrones, que se llevaron en total unos cien mil pesos, elementos del local, bijouterie y tres celulares. El botín fue cargado en el auto de una de las víctimas, un Fiat Palio, en el cual se dieron a la fuga. Luego el vehículo apareció abandonado en el cruce de Camino Nuevo a Soldini y Vicente Medina, una zona semirrural en inmediaciones de barrio Hume, en Rosario. Al rodado le faltaba su rueda de auxilio, portaequipaje, la llave de encendido y documentación.

Por estos episodios la fiscal O'Connell imputó a Luciana V. de los delitos de tentativa de extorsión, en dos oportunidades, y dos robos calificados. Y también pidió que quedara en prisión preventiva por el plazo de ley de hasta dos años, medida que ya estaba cumpliendo desde abril pasado y a la cual accedió el juez de primera instancia Nicolás Foppiani.

Fuente: La Capital

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