La víctima logró escapar y correr hasta un local de la estación de ómnibus Mariano Moreno, donde pidió auxilio. El sospechoso, un hombre de 55 años, quedó aprehendido tras ser señalado por la víctima y testigos
Un dramático episodio sacudió este domingo a la noche la terminal de ómnibus Mariano Moreno. Una chica de 14 años irrumpió desesperada en un negocio del lugar pidiendo ayuda y denunciando que un hombre había intentado abusar de ella.
Según el parte policial, la víctima contó que el sujeto la había llevado por la fuerza hasta un hotel ubicado en Santa Fe al 3400, pero el recepcionista les negó el ingreso al advertir que la acompañante era menor de edad y que el hombre no tenía documentos.
La adolescente corrió hasta un comercio de la Terminal y fue asistida por una mujer de 23 años, que rápidamente dio aviso al personal de seguridad. Minutos después, la Brigada de Orden Urbano detuvo al sospechoso, identificado como F. C. Rosendo, de 55 años, de nacionalidad boliviana y con domicilio en Villa Dolores, Córdoba.
El hombre quedó a disposición de la Justicia bajo la acusación de tentativa de abuso sexual. La Fiscalía ordenó medidas y la víctima será asistida por personal especializado.
En un procedimiento ordenado por la Justicia secuestraron distintas autopartes entre las que encontraron restos de un Chevrolet Corsa que había sido denunciado como sustraído en marzo, a cinco cuadras del lugar.
La investigación, que comenzó hace más de un año, tenía como objetivo comprobar la existencia de un establecimiento rural en la localidad de Mercedes donde, según denuncias, se mantenía a empleados en condiciones precarias
La víctima presenta quemaduras en brazos, piernas, muslos, manos y espalda. Denunció haber sido atacada con ácido por un hombre hace dos semanas
El estudio del cuerpo de la criatura determinó las ausencia de signos de abuso y maltrato físico. Las lesiones en la parte genital eran producto de una dermatitis. Presentaba una otitis avanzada.
Sucedió en la ciudad de Santa Fe. La persona que tomó el crédito es el propietario del local comercial en el que estaba el teléfono de la víctima. El fallo ordenó el cese del cobro a través de una billetera virtual.