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Lo detuvieron con 11 kilos de cocaína en un auto que tenía como destino Arroyo Seco

En un control vehicular rutinario realizado sobre la ruta provincial 21, en jurisdicción de Pueblo Esther, efectivos de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones de la policía santafesina lograron incautar ayer a la madrugada unos 11 kilos de cocaína.

La droga iba oculta detrás de los asientos de la EcoSport.

La droga iba oculta detrás de los asientos de la EcoSport.

En un control vehicular rutinario realizado sobre la rutaprovincial 21, en jurisdicción de Pueblo Esther, efectivos de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones de la policía santafesina lograron incautar ayer a la madrugada unos 11 kilos de cocaína. La droga era transportada en una Ford EcoSport roja conducida por un hombre de 36 años, domiciliado en Villa Gobernador Gálvez y con prontuario abierto, pero sin antecedentes por infracción a la ley antinarcóticos. La causa quedó en manos del juez Federal Carlos Vera Barros y la fiscal Liliana Bettiolo, los mismos que instruyen la investigación sobre el ex jefe de la policía de Santa Fe, Hugo Tognoli, por su presunta vinculación con narcotraficantes.

Tras una semana convulsionada, que inclsuo incluyó el relevo del comisario Oscar Romero como jefe de la Brigada de la ex Drogas Peligrosas de Rosario por el robo de una pistola ametralladora de la dependencia, y el desplazamiento de otros 22 efectivos de esa área, los agentes antinarcóticos volvieron a ser noticia. Claro que esta vez fue por hace su trabajo al secuestrar 10,700 kilos de cocaína que le iban a permitir al destinatario del embarque poder fraccionarla en unas 42 mil dosis si se tiene en cuenta que la merca en la calle tiene una calidad del 20 al 23 por ciento de pureza. En cuanto a su valor económico, los pesquisas hablaron de unos 250 mil pesos finales.

El procedimiento sirvió además como carta de presentación del comisario inspector Sixto Martínez como nuevo jefe de la sección Inteligencia de la ex Dirección de Drogas Peligrosas en toda la provincia, aunque el oficial tendrá asiento en Rosario.

Desde esa oficina se aseguró que en lo que va del año la Dirección General de Control y Prevención de Adicciones secuestró más de 460 kilogramos de cocaína, y 2.213 de marihuana en todo el territorio provincial.

Controles rutinarios. Cumpliendo con una orden de la jefatura provincial para intensificar los controles vehiculares en los accesos a las ciudades importantes de la provincia, efectivos antinarcóticos montaron la medianoche del lunes un puesto sobre la ruta 21, a la altura del casco urbano de la comuna de Pueblo Esther, 18 kilómetros al sudeste de Rosario.

En esas circunstancias, a la 1.40 fue detenido el paso de una Ford EcoSport color roja, dominio KIG589, que era conducida por Diego J. M., de 36 años. De acuerdo a lo confiado por fuentes allegadas a la causa, los policías le requirieron al conductor su documentación y la del vehículo. La respuesta del chofer no se hizo esperar y fue la que determinó su suerte. "No tengo documentos y el auto no es mío", les dijo a los pesquisas.

Así fue que los agentes requisaron el auto y hallaron 20 trozos compactos y sellados con cinta de embalar que estaban guardados en una bolsa de consorcio escondida en la parte posterior del asiento trasero del vehículo. Los trozos no tenían el aspecto de panes o ladrillos, sino que tenían forma ovoidal. "Es muy factible que fueran a colocarla en otro vehículo, en algún doble fondo o, en su defecto, en los zócalos", indicó un vocero consultado.

Tras aplicarse los reactivos de rigor a la sustancia y con las pruebas diseminadas sobre el pavimento de la ruta 21, el chofer indicó que su lugar de destino era la ciudad de Arroyo Seco y que por transportar la droga le habían pagado un monto compatible con un sueldo de un empleado de comercio. Del lugar de origen, el transportador no dio ningún detalle. Los investigadores estiman que al menos parte de la carga tenía como destino la ciudad de San Nicolás.

Diego J.M. tiene domicilio en la localidad de Villa Gobernador Gálvez. En su prontuario tiene tres antecedentes: amenazas, lesiones (ambas de 2003) y un encubrimiento de robo de 2005. No tiene condenas y tampoco tenía hasta ayer a la madrugada una acusación por infracción a la ley de estupefacientes. Ahora quedó a disposición del juez federal Vera Barros y la fiscal Bettiolo.

Fuente: La Capital

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