La mujer que fue secuestrada durante tres meses por una periodista y su pareja contó detalles de su cautiverio; la próxima semana podría dar testimonio
Sonia Molina, quien permaneció raptada y sometida a tormentos durante tres meses en la casa de una periodista y su marido en Coronel Suárez, hizo públicas sus declaraciones por primera vez desde que se encuentra internada en el Hospital Municipal de la misma ciudad, recuperándose de las heridas físicas y psíquicas que quedaron como consecuencia del cautiverio.
"Ahora estoy mucho mejor, pero la sensación de miedo no me la saca nadie, no sé cuándo voy a poder pensar en otra cosa más", expresó Molina en una entrevista concedida al diario Perfil .
La víctima admitió que acudió a la casa de Estefanía Heit y Jesús Olivera porque "no tenía otro lugar en el mundo donde ir, estaba desesperada". El vínculo entre ellos surgió a través de la religión porque el hombre se presentaba como un supuesto pastor. Finalmente todo terminó con el secuestro de la mujer en la casa de la pareja .
"Me secuestraron. Nunca pensé que ellos, que hablaban tanto de Dios, iban a hacerme esto, todavía me cuesta creer", dijo la Molina, que antes de ser secuestrada vivió otros tres meses en la Colonia San José, a pocos kilómetros de Coronel Suárez, donde trabajó como empleada doméstica.
"Sentía que me hacían mal, que me daban de comer para atragantarme, después para que no viera me sacudían con un spray de limpieza en los ojos", relató la mujer desde el hospital Raúl Caccavo donde se encuentra internada. Su habitación tiene custodia y es asistida en forma permanente por el equipo de salud mental.
Ayer la fiscal bahiense Ana María Corrado, que investiga el secuestro y abusos sexuales confirmó que la víctima "no fabula" en el relato y que espera su recuperación para tomarle declaración, lo que ocurriría la próxima semana.
"No quiero hablar, creo que me querían hacer doler, me querían joder, sólo para que me duela", manifestó Molina sobre la periodista y su marido. Dijo que con Heit habrían podido "ser amigas" y no entiende lo que pasó. La periodista, que trabajaba en el canal de cable local y era una figura reconocida en toda la ciudad, se encuentra detenida en Tornquist y prepara su defensa escribiéndola en cuadernos .
"No sé si me golpeaban a diario, pero muy seguido, más al final [del cautiverio]. Creo que me pegaban con los codos. No bien pase todo esto, me voy a Río Colorado".
De acuerdo a la causa Molina, de 33 años, viajó desde dicha de Río Negro hacia Coronel Suárez convencida por Olivera que le prometía que allí encontraría su paz interior.
Sin embargo, de acuerdo a la denuncia, la mujer fue recluida en una vivienda de la calle Grand Bourg al 1800, donde vivía la periodista de Coronel Suárez, que trabajaba en el noticiero local.
Allí, según su denuncia, fue sometida a diferentes tormentos psicológicos y físicos, alimentada una mezcla de polenta y alimento para perros y extorsionada por los captores para que le entregara dinero. La investigación señala que Olivera habría obligado a Molina a vender dos veces su casa y quedarse con el monto de las operaciones. "Entre lo que le sacó a mi hija, a mí y a otros conocidos, hay que hablar de casi 250.000 pesos en algo más de dos años", había dicho a LA NACION Mónica Santander, madre de la víctima .
Al límite de sus fuerzas físicas, según los médicos que la vieron, Molina logró escapar de esa casa el 12 de noviembre..
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
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Lo halló la Policía de Investigaciones tras allanamientos que realizó en la noche de este jueves en Puerto General San Martín, donde había sido secuestrado un 308 gris que se presume que tendría relación con la desaparición de la joven de 20 años que había sido vista por última vez el 30 de octubre.