La jueza correccional de la 10ª Nominación de Rosario, Marcela Canavesio, procesó por homicidio culposo, inhabilitó retirándole el carné para conducir y trabó embargo sobre sus bienes a Baltazar Nucci.
La jueza correccional de la 10ª Nominación de Rosario, Marcela Canavesio, procesó por homicidio culposo, inhabilitó retirándole el carné para conducir y trabó embargo sobre sus bienes a Baltazar Nucci, el conductor de una camioneta Fiat Fiorino que el pasado sábado 9 atropelló y mató, en un choque sobre la ruta provincial 21 en jurisdicción de General Lagos, a Belén Villarruel, quien regresaba a esa localidad en moto desde su trabajo en Pueblo Esther.
Como se recordará, el accidente y su trágico saldo conmovieron a la localidad de General Lagos, cuya población además repudió que se dejara en libertad al inculpado pese a que se tratara de un homicidio culposo —es decir, no intencional—. El rechazo pasó a mayores en una marcha vecinal se registraron incidentes con destrozos en la comisaría local, en la comuna que preside Oscar Ferri, y en la casa del inculpado.
Según trascendió, la furiosa reacción respondió a que el inculpado tiene antecedentes de conducción peligrosa y otras conductas cuestionables y que presuntamente contaba con amparo comunal. Los destrozos generaron la detención de presuntos instigadores que fueron liberados tras declarar ante el juez Javier Beltramone.
Una adolescente recibió un disparo el cuello, en la zona oeste. Un hombre resultó baleado en el rostro y las piernas, en zona sur. Y un joven fue atacado con un arma blanca tras una presunta discusión de pareja.
Se registró este martes a media tarde en una zona cercana al puente de la ruta 34 que pasa por el curso de agua, a muy pocos kilómetros del acceso a Rosario por el noroeste. Se aguardan las pericias correspondientes para determinar la identidad y las circunstancias del hecho
Estrella Laurta Varela relató que su hijo estuvo preso durante un mes en febrero de 2024 por “desacato a la autoridad”, luego de violar la restricción perimetral que le había impuesto su expareja, y que en ese momento le solicitó a las autoridades “que no lo soltaran”
Fue en la zona de Yerua, a unos 35 kilómetros de Concordia, en el marco de la búsqueda de Martín Sebastián Palacio