Dos hermanos fueron agredidos físicamente por un patovica en el interior de un local nocturno de Arroyo Seco. Los jóvenes sostienen que no existieron motivos que justifiquen tal agresión y que solo fueron víctimas de un brutal ataque sin sentido.
Nicolás y Leandro Albert salieron a bailar junto a dos amigas. Una vez en el local, mientras disfrutaban de la noche nunca sospecharon lo que momentos más tarde iban a padecer. Terminaron lastimados e incomunicados en la Seccional 27ma, durante varias horas.
“El sábado a la madrugada fuimos a Roxbury, al bar que vamos habitualmente. Entramos, estábamos bailando y viene un patovica, me agarra del cuello y me saca como si yo hubiese estado haciendo algo o peleándome con alguien. Me agarró del cuello, me tiró re mal, me pegó una patada en la cara, me pisó la mano y me sacó afuera”, relató Nicolás de 21 años que sufrió hematomas en todo el cuerpo, heridas cortantes en el rostro y la fractura de un dedo.
Mientras esta escena se desarrollaba su hermano Leandro (24) estaba allí, se acercó rápidamente al personal de seguridad “le pregunta por qué me sacó; así que también lo sacó, lo tiró contra la puerta, lo agredió y lo sacó”, dijo el joven que en breve tendrá que ser intervenido quirúrgicamente como consecuencia de la lesión en su mano derecha. Mientras que el hermano revestía golpes y hematomas en el cuerpo, en el cráneo, en el rostro y lesiones internar en la región renal, lo que agrava su cuadro de esclerosis glomerular focal y segmentaria, de la que está en tratamiento médico.
Segundos después Nicolás trató de comunicarse con el 911 pero según dejó constancia en su testimonio “llamo como tres veces y no venía; y una vez que vino, se juntó la gente que estaba nerviosa porque vieron que nos pegaron sin ningún motivo. Cuando llega la policía me llevan a la comisaría a mí a mi hermano y a una chica que estaba con nosotros”. Y además agregó que al llegar a la dependencia policial “nos llevaron al calabozo como si nosotros hubiésemos hecho algo, siendo nosotros los que denunciamos. Y cuando vinieron los médicos tuvimos que ir hasta la clínica, nos acompañó un policía como si nosotros nos fuésemos a escapar y nosotros fuimos los que hicimos la denuncia”
“Fueron tratados como delincuentes”
Así lo expresó el abogado que interviene en el caso y respalda a la familia Albert, Fernando Luis Zárate, se mostró al igual que los chicos indignado con el hecho “los chicos fueron tratados como delincuentes, tuvieron que soportar que sean agredidos físicamente en forma brutal, tuvieron que soportar que estén llamando al 911 y que no los socorra la autoridad policial, tal es así que yo le pido al Juez que se libre un oficio a la compañía telefónica para que se prueben los llamados de su teléfono, tal es así que desde su impotencia Nicolás relata que hasta se ha puesto a llorar y también quería decirles que en la comisaría fueron tratados como verdaderos delincuentes. Se los encerró en un lugar donde antiguamente estaban los presos, se les sacó los cintos, se les retuvo las billeteras, les sacaron los celulares”.
Así mismo Zárate mencionó que dentro la sede policial “tuvieron que soportar ver al agresor en la policía manejándose como si fuera en su casa, mirando televisión en un cuartito y riéndose de ellos, mientras ellos estaban en el calabozo”.
Más aún agregó que antes de que los chicos se retiren de la comisaría “se les hace firmar una declaración al final con la excusa de que ´se pueden ir rápido si firman este papel´”. Sin la aparente posibilidad de darle lectura a este escrito.
Zárate restó credibilidad a la versión policial
Entre lo expuesto en la entrevista, el letrado se animó a desmentir el informe que brindó esta semana a los medios de comunicación la autoridad máxima de la Seccional 27ma. “Nos enteramos por los medios sobre los dichos del Comisario Morales y queremos decir que no fue en la vía publica sino que los sucesos ocurrieron dentro del local bailable, que las lesiones de mis clientes no son leves porque se determina lo leve o la gravedad de una lesión cuando supera los 30 días de curación. A mi cliente le pisaron el dedo, tiene una fractura, se tiene que operar y los vamos a hacer revisar por un médico forense de Tribunales y no fue una riña entre tres chicos sino que fue una agresión dentro del local bailable. Además no permanecieron los tres hasta el mediodía, el patovica se fue enseguida”.
Responsabilidad Municipal
A lo largo de los últimos años en distintos puntos del país se han denunciado públicamente hechos de violencia por parte de personal de seguridad de boliches o locales nocturnos. Ante esto Fernando Zárate considera que el Municipio debería contar con “un registro de las personas que están trabajando en seguridad, ver si tienen antecedentes, hacerles pericias psicológicas y toxicológicas; porque esto no puede quedar a la deriva, que una persona que esté entrenada para agredir, para pegar, con físicos imponentes y total impunidad le siga pegando a los chicos. Se podría evitar y sigue pasando y parecería que estamos en la época de la dictadura”, afirmó el profesional.
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