Ocurrió cuando la mujer, junto con su esposo, volvía a su casa y fue interceptada por dos ladrones que le dispararon por la espalda.
Rosario.- Araceli de Ferroni, una mujer de 40 años, falleció esta tarde en la zona norte de la ciudad de Rosario, luego de que fuera baleada por delincuentes en un frustrado intento de robo.
Sucedió alrededor de las 15, en Zelaya 1330, cuando Araceli y su esposo, Gerardo Ferroni, volvían a su casa en su vehículo (un C3 de color negro) y fueron interceptados por dos delincuentes, que se movilizaban en un ciclomotor negro que según testigos del hecho anda siempre por la zona.
Cuando Gerardo se bajó del auto se acercaron los ladrones y le pidieron que les diera algo. El hombre no se resistió y metió la mano en el bolsillo para darles dinero mientras los delincuentes dispararon varios tiros; la mujer, que todavía estaba dentro del auto, salió del vehículo y comenzó a insultarlos.
Fue ahí cuando le pegaron un tiro por la espalda a la mujer -que era madre de dos hijos- y huyeron sin poder concretar el robo.
Araceli fue traslada de urgencia al Sanatorio Norte, donde, pese a los intentos por reanimarla, falleció una hora y media después.
El asesinato sucedió a tres cuadras de la Comisaría 10ª, que interviene por razones de jurisdicción.
Cinco mujeres fueron demoradas al ser descubiertas con cocaína y marihuana ocultas en su calzado. Utilizaban un método sofisticado para burlar los controles. Algunas tienen vínculos con presos relacionados al narcotráfico.
El choque ocurrió pasadas las 22 cuando la víctima de 33 años caminaba por la zona de Avellaneda y colectora de Circunvalación y fue embestida por un Renault 9. El conductor se retiró del lugar y se presentó a la medianoche en dependencia policial.
El ataque ocurrió el sábado en un asentamiento ubicado en Crespo y Granadero a caballo. La víctima fue trasladada al hospital de niños Zona Norte de Rosario
El robo tuvo lugar el pasado sábado en las afueras de Rosario. Los delincuentes se llevaron celulares, dinero, una computadora, una consola de videojuegos y el DVR de las cámaras de seguridad.
Tras el crimen, la policía allanó un bunker al que habrían ido las víctimas y arrestó a cuatro sospechosos. La pareja de uno de los fallecidos declaró que los agresores le dijeron que fue una venganza