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Prisión para un ex jefe policial por un caso de gatillo fácil

Mario Urquiza fue condenado a 14 años de cárcel por un homicidio cometido durante un operativo en Pueblo Esther, cinco años atrás. Se comprobó que le disparó a un joven por la espalda, sin dar la voz de alto y sin que la víctima estuviera armada.

Al momento de ser detenido, Urquiza era jefe en la PAT. Foto: Archivo

Al momento de ser detenido, Urquiza era jefe en la PAT. Foto: Archivo

Un ex jefe policial fue condenado este lunes a 14 años de prisión por el homicidio de un joven en Pueblo Esther, cinco atrás, durante un operativo y en medio de lo que intentaron fraguar como un tiroteo.

Según informó en Radio 2 el periodista Hernán Funes, la pena recayó sobre Mario Gabriel Urquiza, quien al momento de ser detenido, en 2015, era jefe de Logística de la –por entonces flamante– Policía de Acción Táctica (PAT).

Según se comprobó durante la investigación, el ex uniformado mató a un joven al dispararle por la espalda y sin dar previamente la voz de alto. Además, en la escena se fraguó un tiroteo que nunca existió e incluso a la víctima le plantaron un revólver cuando en ningún momento del procedimiento estuvo armada.

El fallo judicial, dictado tras una semana de juicio oral, lleva la firma de los jueces María Isabel Mas Varela, Edgardo Fertitta y Julio Kesuani, que condenaron a Urquiza por homicidio agravado por empleo de arma de fuego, portación ilegítima de arma de uso civil y falsedad ideológica de instrumento público.

La acusación estuvo a cargo del fiscal Carlos Covani y los argumentos del veredicto se expondrán el próximo 22 de febrero, informaron desde Tribunales.

El caso de gatillo fácil tuvo lugar en diciembre de 2011 en Pueblo Esther, donde Urquiza mató a Sergio Ezequiel Luján, de 19 años. Según su versión inicial, se enfrentó a tiros con el joven, después de que éste y otra persona "apretaran" a un panadero en la calle.

El imputado confesó más tarde haber falseado el acta oficial del operativo, donde había declarado que al llegar a la casa de Luján, éste “salió de detrás de una camioneta y se le dio voz en alto”, y que el disparo policial fue tras interpretar que algo que el chico tenía en la mano era un arma.

Si bien reconoció que mintió en ese reporte, sostuvo siempre que no quiso disparar sino que se tropezó y el tiro mortal se le escapó pero también fue clave el aporte de un testigo del hecho.

Fuente: Rosario 3

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