La Policía intentó identificar a los ocupantes de un vehículo en el centro de Rosario. El auto escapó a toda velocidad y colisionó. Siguieron el escape a pie, pero los encontraron a pocos metros. Secuestraron elementos que suponen robados.
Un móvil de la Brigada Motorizada circulaba en la noche del viernes por la zona del macrocentro cuando intentó identificar a los tres ocupantes de un automóvil que los policías consideraron sospechosos. Escaparon a toda velocidad pero con mala suerte: chocaron en Suipacha y Zeballos. Se bajaron, siguieron la huida a pie pero los detuvieron enseguida. En el vehículo encontraron varios artefactos electrónicos que suponen robados. Televisores, videojuego, joyas y computadora componían el botín recuperado, de acuerdo a la información del Ministerio del Interior.
Los uniformados patrullaban las inmediaciones de calle Suipacha y Zeballos y en ese trajín –dice el parte oficial– detectaron un Corsa Classic negro con tres hombres que se dispusieron a identificar.
Los ocupantes del auto advirtieron la intención y escaparon a gran velocidad. No llegaron lejos: al cabo de una breve persecución, chocaron. Se bajaron del vehículo y siguieron la fuga a pie. A los pocos minutos, estaban todos detenidos. A uno lo alcanzaron en Zeballos y Richieri, a otro en Richieri y Montevideo y al restante en 9 de Julio y Richieri.
Tres con el auto lleno
La Policía identificó a los apresados como Ignacio R., de 19 años, Ignacio G., de 21, y Brian A., de 27.
El automóvil estaba lleno. Encontraron tres televisores, dos computadoras portátiles, una consola de videojuegos, varias joyas, dos celulares, 10 mil pesos y ropa variada, además de una llave regulable.
El trío quedó alojado en la Comisaría 2a.
La víctima, de 22 años, se encuentra internada en el Heca con el 35% de su cuerpo quemado. La madre de uno de los sospechosos fue quien denunció el ataque ante la policía.
La pequeña se encuentra en estado crítico tras recibir el impacto del proyectil. La situación es preocupante y se prevé una operación para evaluar su condición.
Los robos se detectaron después de la hora cero del jueves en Cadaqués, cuando los damnificados llegaron a sus domicilios y notaron gran desorden. Personal de seguridad notó la apertura de un cerco perimetral en la parte trasera del predio.
Se trata de trabajadores del área de Control Interno que sustraían medicamentos y material descartable. Aceptaron su culpabilidad en un juicio abreviado y deberán pagar multas, además de quedar inhabilitados para trabajar en salud.
Los padres de alumnos de una escuela de Eldorado, Misiones, se enteraron horas antes de la graduación que el salón estaba impago. Romina Enriquez, la denunciada, reconoció que gastó el dinero en apuestas: "Tengo problemas con el casino"