Desde una moto atacaron a un grupo de personas en 24 de Septiembre y el pasaje Manantiales. Un menor resultó lesionado en una pierna.
Luego de la triste e indignante muerte de Candelaria Enrique, de sólo 5 años, por una bala perdida en la zona sudoeste de Rosario, un nuevo tiroteo registrado este lunes en el violento barrio Vía Honda dejó herido a un nene de la misma edad.
El hecho se produjo al atardecer en 24 de Septiembre y el pasaje Manantiales con el saldo de al menos dos lesionadas por disparos. El otro es un hombre de 32 años baleado en sus piernas e ingresado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
En el caso del menor, también resultó herido uno de sus miembros inferiores, por lo que fue trasladado al Hospital de Niños Víctor J. Vilela y se encontraba estable, según el parte difundido por fuentes policiales.
En tanto, vecinos del barrio confiaron a Rosario3 que los heridos de bala por ese mismo hecho fueron tres y que los dos mayores de edad son “soldaditos” que trabajan para alguna banda ligada al nacrotráfico.
Con respecto a los autores de la balacera, el único dato que en principio tenían los investigadores es que fueron dos hombres movilizados en una moto de alta cilindrada pero no hay detenidos.
Cinco mujeres fueron demoradas al ser descubiertas con cocaína y marihuana ocultas en su calzado. Utilizaban un método sofisticado para burlar los controles. Algunas tienen vínculos con presos relacionados al narcotráfico.
El choque ocurrió pasadas las 22 cuando la víctima de 33 años caminaba por la zona de Avellaneda y colectora de Circunvalación y fue embestida por un Renault 9. El conductor se retiró del lugar y se presentó a la medianoche en dependencia policial.
El ataque ocurrió el sábado en un asentamiento ubicado en Crespo y Granadero a caballo. La víctima fue trasladada al hospital de niños Zona Norte de Rosario
El robo tuvo lugar el pasado sábado en las afueras de Rosario. Los delincuentes se llevaron celulares, dinero, una computadora, una consola de videojuegos y el DVR de las cámaras de seguridad.
Tras el crimen, la policía allanó un bunker al que habrían ido las víctimas y arrestó a cuatro sospechosos. La pareja de uno de los fallecidos declaró que los agresores le dijeron que fue una venganza