Este miércoles por la noche un joven de 18 años fue baleado por un agente que, en una primera versión de lo ocurrido, perseguía al ladrón de un teléfono. El muchacho está en el Heca con pronóstico reservado y el agente detenido. Creen que el herido no era el delincuente.
Este miércoles por la noche un joven de 18 años fue baleado en barrio La Cerámica por un policía que, en una primera versión de lo ocurrido, perseguía al ladrón de un celular. El muchacho está internado en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez con pronóstico reservado y el agente detenido. Una hipótesis que maneja el fiscal Adrián Spelta es que el herido no fue quien arrebató el teléfono.
Todo comenzó en Zelaya y Baigorria, cuando Naim Tiziano E., de 18 años, que se desplazaba en bicicleta fue señalado como el ladrón del teléfono de una joven de 23 años.
De acuerdo a la primera versión oficial, los agentes ubicaron al sospechoso en Anchoris al 2700 por ser parecido al delincuente que había descripto la propia víctima. Allí cerca Naim E. tiró la bicicleta y continuó a pie hasta la zona de República de Irak y las vías del ferrocarril, donde un policía que participaba del operativo le disparó por la espalda.
Según la primera versión, el agente abrió fuego tras recibir él mismo tres disparos al pecho que fueron absorbidos por su chaleco antibalas.
Sin embargo, en las últimas horas, el caso dio un abrupto giro y el policía que disparó al muchacho quedó detenido. Por los indicios que tiene el fiscal Spelta, las características del delincuente que arrebató el teléfono no coincidirían con las de Naim, quien se encuentra internado en el Heca con pronóstico reservado por dos heridas de arma de fuego en la región dorsal.
Por eso, el policía que le disparó está detenido mientras se perita su chaleco balístico y se trata de constatar si hubo efectivamente un enfrentamiento.
Se presume que el ladrón del celular –que encontraron en la calle y no entre las prendas de Naim– es un hombre de unos 30-40 años; mientras que el joven herido tiene 18.
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