Internado por tuberculosis, Gabriel Guillermo Lencina era el objetivo de los hombres que ingresaron este martes por la noche al centro de salud de Alem al 1400. Está condenado a 22 años de prisión por varios crímenes. Se desconoce si los sicarios que lo buscaban, querían matarlo o sacarlo del establecimiento. En el camino sembraron terror en el centro de salud: mataron a un policía e hirieron a una enfermera.
El asesino Gabriel Guillermo Lencina era el objetivo de los sicarios que ingresaron este martes por la noche al hospital Provincial y sembraron terror: mataron a un policía e hirieron a una enfermera. No se sabe si lo buscaban para, a su vez, matarlo o para sacarlo del centro de salud. Lencina cumple una condena de 22 años de prisión por varios crímenes y estaba internado por un cuadro de tuberculosos, según confirmó el propio ministro de Seguridad, Claudio Brilloni esta mañana en Radio 2 quien anticipó, además que este miércoles le iban a dar el alta.
Lencina es rosarino, tiene 29 años y cumple condena por una serie de violentos crímenes, entre ellos un homicidio y una tentativa de homicidio; también por instigar una muerte.
De acuerdo a su ficha penitenciaria, a la que accedió Rosario3, Lencina tiene una conducta “ejemplar” y un concepto “muy bueno”, pese a haber recibido una sanción. Se dedica en la prisión a tareas de limpieza y mantenimiento.
En principio, Lencina no estaría vinculado a las grandes organizaciones narco de la ciudad, como Los Monos, pero sí lo señalan cercano a figuras pesadas de zona norte como el presunto traficante Hernán “Lichi” Romero.
Personal penitenciario dio aviso en la noche de este martes por una posible balacera realizada desde una moto. En el lugar no se hallaron vainas servidas
La misma promete rendimientos del 2% diario en dólares. Según confirmaron fuentes locales, cerca de 12 mil vecinos de la localidad bonaerense de San Pedro ya invirtieron en medio de advertencias sobre un evidente esquema Ponzi.
Son una mujer que citó a la víctima y su novio, imputado de balearlo para robarle el auto. "Estaba re empastillado, no era para ponerlo", dijo el detenido
El sacerdote Carlos José Sala habría sido atacado en un camino rural por dos encapuchados, quienes lo hirieron con una escopeta y lo dejaron con 32 perforaciones. Está internado en el Samco villense.