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Bonfatti: "El mayor consumo de droga está en los niveles medios y altos"

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Relajado, sobre el final de un diciembre opuesto al de 2013 (hubo revuelta policial y saqueos), el gobernador Antonio Bonfatti recibió a La Capital en su despacho de Gobernación para dejar un mensaje a un año de abandonar el sillón de la Casa Gris. "No le quepan dudas de que voy a ejercer el mando hasta el último día", sostuvo. En la extensa charla repasó su relación con el gobierno nacional, descartó que pueda reunirse con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ponderó los créditos asumidos por su gestión y enumeró obras en marcha. "Le achacamos el tema a los barrios periféricos, pero el mayor consumo de droga está en los niveles medios y altos", dijo sobre el narcotráfico y no eludió su talón de Aquiles: "Cuando se habla de corrupción policial, se olvidan de que la sociedad también transgrede, en la calle, las instituciones, los clubes. Hasta se naturalizó que los partidos de fútbol se jueguen sin hinchada visitante".

Un elemento distintivo de 2014 en materia de planes del gobierno santafesino fue la puesta en marcha del Plan Abre, con 4.200 millones de pesos destinados los principales aglomerados urbanos de Santa Fe para mejorar infraestructura, recomponer el entramado de calles, fomentar políticas inclusivas y fortalecer los vínculos entre los vecinos.

"Nos propusimos intervenir en 4 ciudades donde hay mayores carencias, con asistencia sistematizada en un plan conjunto; un antes y un después. No hay antecedentes en Rosario de tantas obras de cloacas al mismo tiempo. Además, se han abierto calles y se han puesto en valor los clubes. Luego de 128 años habrá una nueva planta potabilizadora, un nuevo acueducto, agua y luz seguras con una tarifa social y miles de jóvenes de 18 a 30 años a quienes se les enseña un oficio. Somos optimistas de que estas políticas sociales arrojen un resultado positivo", razonó el mandatario.

Cuando desembarcó el secretario de Seguridad de Nación, Sergio Berni, se habló de recuperar el territorio en manos de la narcocriminalidad. ¿Qué lectura hace?

—El territorio no se perdió. Hoy estamos junto con el municipio intensificando políticas y poniendo el haz de luz con más fuerza. Los cambios estructurales en la policía y la presencia de Gendarmería ayudan, como la nueva Justicia Penal. Alguien imputado es juzgado en tiempo récord. Son múltiples acciones para lograr mayor paz y convivencia para todos.

El año terminará con más de 230 homicidios. Si bien hay muchos conflictos interpersonales en estas muertes, también afloran matanzas entre bandas, clanes, organizaciones delictivas y hasta asesinatos entre familiares.

—El 85 por ciento son conflictos interpersonales. Nos duelen mucho porque son vecinos que viven a menos de diez cuadras entre sí y se conocen tal vez de nacimiento. Hay que apuntar a los cambios culturales. Lo otro, que es la disputa del territorio, se irá resolviendo en la medida en que la policía, Gendarmería y los fiscales nuevos hagan un abordaje con mayor inteligencia de esta problemática de disputa de la narcocriminalidad. Si hay tráfico de drogas es porque hay consumidores y ahí es donde hay que poner esfuerzo. Les achacamos mucho a los barrios periféricos y carenciados, pero el mayor consumo está en los niveles medio y alto. Hay que involucrarse: padres, vecinos e instituciones para demostrar que hay futuro y generar oportunidades. Si no se reduce la demanda siempre habrá oferta: lo que se enmascara son las formas. Mientras haya consumidores, habrá alguien que les venda.

—¿Qué piensa cuando viene un candidato a presidente a Rosario y habla de liberar a la ciudad de la narcodelincuencia?

—No creo en los magos. Son demagogos baratos que vienen a ofrecer lo que no pueden garantizar en sus distritos.

—¿Y del estigma de narcociudad?

—Nos preocupa qué piensa el rosarino. Hay una cuestión mediática. También fuimos los comegatos y nadie comió un gato.

—¿Se complicó la continuación de obras?

—No hemos parado las obras. El hospital de alta complejidad de Circunvalación y San Martín avanza. Está terminada la Escuela Nº 407 Pocho Lepratti. El Centro de Justicia Penal, el Acuario y el Acueducto siguen a buen ritmo. Y hemos trabajado en comisarías, cárceles. Además, en marzo arrancamos el tercer carril de la autopista a Santa Fe.

—La Nación y algunos referentes nacionales oriundos de la provincia insisten en que provincia y municipio presenten los proyectos para avanzar en infraestructura...

—Están todos presentados. Quiero ver que se ejecuten. Son 7 años durante los que me he reunido con gobernadores que me dijeron que la Nación les da 40 mil viviendas que a Santa Fe no han llegado.

—¿Por qué se aumenta la tarifa de la luz?

—Se hizo un convenio hasta el 31 de diciembre. Como no había aumento de tarifas, la Nación se hacía cargo de las obras y de los 350 millones de pesos de incremento salarial. Presentamos trabajos por 500 millones que con los 350 de suba salarial suman 850 millones. Sin embargo, sólo hemos recibido apenas 100 millones de pesos. La EPE se está desfinanciando y queremos una provincia equilibrada en sus cuentas. No es casualidad que a Santa Fe le dieron créditos por 200 millones de dólares, al 3,5 y 4,5 por ciento en dólares a 20 años y con cuatro de gracia, esto habla de una provincia administrada con seriedad. La Nación se vanagloria de que consigue crédito al 11 por ciento. Quiero seguir con las cuentas ordenadas. Voy a defender la EPE; hace una año y medio que no se actualizaban las tarifas.

—¿Cómo es entonces su relación con el gobierno nacional?

—Buena con el ministro del Interior, (Florencio) Randazzo, y con (el jefe de Gabinete, Jorge) Capitanich; me reuní con (el ministro de Planificación Federal, Julio) De Vido. Con la presidenta (Cristina Fernández) nunca lo logré, pero ya lo descarto.

—Se termina un diciembre en paz, ¿a qué lo atribuye?

—Reconozco el accionar de la Nación, de Gendarmería, de la policía y el trabajo social con cooperativas que genera otro clima. Esta respuesta global significa un fin de año sin inconvenientes. La gente quiere festejar en la calle, es fantástico. Cuando el vecino ocupa la calle, hay menos violencia.

—¿Su talón de Aquiles fue la policía?

—El talón de Aquiles es una sociedad que gradualmente fue perdiendo valores. Recuperarlos no es fácil y la policía es parte. ¿Cuál es la diferencia? Cuando se habla de corrupción policial y se sanciona con todo el rigor, también se habla de las corrupciones en otros espacios. ¿O no hay corrupción en los clubes, en las instituciones? ¿O no se trampea un balance, a un cliente, en una cola del cine, en la entrada de un estadio de fútbol? Hoy no tenemos hinchada visitante y eso se ha tomado con naturalidad. No hay que naturalizar estas cuestiones, hay que denunciarlas y buscar soluciones entre todos para poder transformar la realidad.

—¿Cuando se le acercan los vecinos le reclaman por la inseguridad, no?

—La gente me dice que siga adelante y me da ánimo. Porque sabe que estamos comprometidos a cambiar las cosas.

—¿La intendenta Mónica Fein debería ser la candidata a la reelección?

—Si ella lo decide, tendrá mi apoyo. Es mujer y no le perdonan cosas. Fíjese en (la presidenta de Chile, Michelle) Bachelet, (la presidenta de Brasil, Dilma) Rousseff, la propia Cristina. La ciudad está hermosa y espero que tenga el mismo reconocimiento de los rosarinos.

—¿Cuando asumió, imaginó todo lo que le iba a pasar?

—No, porque hubo muchos cambios. Pero no le quepan dudas de que voy a ejercer el gobierno hasta el último día de mi mandato.

Fuente: SM / La Capital

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