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El director de Control Urbano, Osvaldo Aita, informó que “personal policial de la Unidad Regional II se acercó con una bolsa en la que se encontraba una víbora cuya especie no se pudo identificar”.
Una víbora de gran tamaño fue encontrada ayer en Moreno y el río, en plena costanera central de Rosario. Los agentes municipales que se encontraron con el animal no supieron precisar la especie, pero sospechaban que se trataba de una yarará, una serpiente venenosa que habita en zona de islas. Los especialistas aseguran, que no es agresiva, ataca sólo si se siente amenazada y puede ser letal.
Semanas atrás, el Ministerio de Salud provincial declaró el alerta por ofidismo (presencia masiva de yararás), sugiriendo tener presente los síntomas iniciales al ser mordidos, que incluyen dolor intenso en la zona y marcas de la mordedura, e hinchazón.
El director de Control Urbano, Osvaldo Aita, informó que “personal policial de la Unidad Regional II se acercó con una bolsa en la que se encontraba una víbora cuya especie no se pudo identificar”.
El funcionario comentó que de inmediato su repartición se puso en contacto con el área Defensa Civil para que “se haga cargo del asunto”, ya que Control Urbano “no cuenta con personal especializado para estos casos”.
En se sentido, Aita señaló que Defensa Civil “tomó las precauciones que correspondían para el caso y luego soltaron al animal en su hábitat natural”.
La Municipalidad confirmó que no hubo heridos por la presencia de la serpiente. Si muchos curiosos y revuelo en una zona muy transitada un día sábado en Rosario.
No fue el primer caso de una serpiente de gran tamaño que aparece en la ciudad. Hace unos meses hubo una denuncia similar en la plaza del Che. También tuvo mucha repercusión la lampalagua que irrumpió en el patio de una vecina de barrio Fisherton y que fue ultimada por el dueño de casa.
A raíz de estos acontecimientos, hace poco se lanzó un alerta en toda la provincia por posibles mordeduras de víboras. Mariana Maglianese, jefa del área de Control de Vectores, del Ministerio de Salud, aclaró: “No es que haya más víboras sino que, debido a las altas temperaturas, se mueven de sus lugares hacia ambientes más frescos y es por eso que podemos tener un mayor contacto”.
En caso de accidente se debe trasladar al paciente a una institución asistencial lo más rápido posible (dentro de las 6 horas) donde se le deberá realizar inmediatamente una evaluación clínica y un estudio de laboratorio.
Si los exámenes arrojan resultados de laboratorio alterados, se confirma el caso y se debe proceder al diagnóstico de gravedad y el tratamiento específico con suero antiofídico en centros de salud.
Sucedió sobre calle Alvarado al 60 de esta ciudad. El muchacho de 31 años, se presume, que habría recibido una descarga al tratar de abrir la heladera de la casa. La policía local estaba abocada a las diligencias del caso.
Se informó que el animal deambularía desde hace una semana por el extenso predio de la Universidad Nacional de Luján. Desde el zoológico local negaron que les pertenezca y el municipio trabaja para atraparlo con vida.
