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Como ocurre en los últimos años, cientos de vehículos cargados de cereales saturaron las vías del Gran Rosario. Se produjeron largas colas y esperas cerca de las puertos. Quejas de los choferes por falta de seguridad e infraestructura
Foto: Imagen Ilustrativa
“Todos los años lo mismo”, dice un camionero. “Todos los años lo mismo”, repite otro. Ya lo han dicho en 2014 y el año anterior. Las rutas de la región volvieron a quedar saturadas de vehículos pesados que intentan descargar en los puertos sus cargas de cereal, fruto de la cosecha gruesa.
Los colapsos se dieron en torno a las unidades portuarias de San Lorenzo, Timbues y Puerto General San Martín, al norte de Rosario y sobre la ruta 11, y hasta la de Arroyo Seco, al sur (la 21).
Pese al Operativo Cosecha, con puntos de control de tránsito en las rutas, la coincidencia de camiones cargados con soja, en su mayoría y la falta de concreción de obras de infraestructura provocan que las esperas para descargar sean demasiado prolongado y los vehículos generen una suerte de acampe a la vera de las vías.
“Todos los años lo mismo, enciman están arreglando la ruta”, se quejó uno de los choferes ante las cámaras de El Tres. Otras voces sumaron datos a ese escenario: “Estoy hace una hora y va muy lento”, “el problema es que son tres entradas a un sólo puerto y todo termina en la 11, por eso se atasca”, “es un desastre para llegar al puerto, si llego pasaré la noche ahí y si no en la calle”.
Otro chofer elevó su propuesta y generó, desde la desesperación, una propuesta: “Yo no trabajo con el cereal pero quedó acá atrapado, habría que hacer otra ruta aparte para el cereal”.
La medida de fuerza, en todas las plantas del país, comenzó al mediodía del lunes, luego de que la Cámara de Diputados obtuviera quórum para debatir la nueva Ley Bases. Concretamente, los trabajadores aceiteros se oponen a la reforma laboral y a la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
El gobernador se refirió a los trece autos incendiados, el taxi baleado y las amenazas a colectiveros. “Ante estos ataques es muy difícil que el Estado se pueda adelantar. Pero trabajamos, ponemos recursos a disposición y aseguramos que los responsables siempre terminan cayendo”, sostuvo
