Lo anunció el intendente cuando se redujeron 138 caños de escape irregulares. No se subastan porque eso alimenta el mercado ilegal de repuestos.
La semana pasada se compactaron 138 caños de escape irregulares. Lo recaudado por a venta de la chatarra fue para una ONG.
El Municipio de Villa Gobernador Gálvez tiene previsto compactar el año entrante un total de 500 motos que se encuentran depositadas hace ya tiempo en el corralón municipal. “Queremos que la gente tome conciencia de que si tiene un vehículo lo debe mantener en condiciones, con toda la documentación, y sobre todo, que no se modifiquen los caños de escape porque molestan a muchas personas”, señaló el intendente Alberto Ricci.
Precisamente, el mandatario hizo el anuncio, la semana pasada, durante una jornada en la que se compactaron en el predio de Servicios Públicos 138 años caños de escape irregulares de vehículos remitidos al corralón durante los operativos de tránsito.
En diálogo con La Capital, el intendente Ricci recordó que las motos que se compactarán están desde hace cinco años “o incluso más” en la dependencia municipal. “Se trata de un proceso bastante engorroso, porque tenemos que dar de baja registralmente una por una a todas las unidades. Y aunque hay una ordenanza que nos permite realizar la compactación, también tenemos que notificar a cada propietario sobre la situación, para no lamentar después acciones de tipo administrativas ni judiciales, aunque sabemos que son vehículos que ya han sido abandonados”, dijo.
Un dato: las motos que pasarán al proceso de compactación son apenas el 10 por ciento de los 5 mil rodados de ese tipo que permanecen en el corralón. Una locura.
Ricci explicó que, además, y por disposiciones nacionales, los vehículos tampoco se pueden subastar. “Antes se hacía, pero los adquirían para desguazarlos y utilizar los repuestos. Esto generaba un mercado paralelo, ilegal e ilegítimo, que fue muy cuestionado por los repuesteros, y al final cambió la normativa”, recordó. Tampoco pueden utilizarse como vehículos de uso oficial. Sólo resta notificar a los propietarios, darlos de baja y compactarlos, para lo cual también se requiere autorización nacional y el cumplimiento de una serie de pasos administrativos.
En cuanto a los caños de escape, el mandatario señaló que por primera vez el municipio está tomando la medida de decomisarlos cuando están en estado irregular y en aquellos vehículos que han sido remitidos al corralón. “Los caños se compactan y se convierten en chatarra, que es trasladada por un camión municipal junto con la gente del Grupo TEA (trastorno autista) hasta una empresa que la compra. El producido queda para la institución”, indicó.
Por su lado, Raúl Domínguez, subsecretario de Control y Convivencia Ciudadana, resaltó que “estos caños de escape son producto de los operativos de tránsito que se realizan, y que tienen dos años de antigüedad. A partir de 2018 salió una ordenanza modificatoria: mientras antes se aplicaba solamente una sanción (multa) nos dieron la potestad de remitir el vehículo al corralón. Para retirarlo, el propietario tiene que venir con el caño de escape adecuado para el vehículo, y los que han sido alterados son aplastados para evitar ruidos molestos”.
El proceso de compactación de las motos ya está en marcha. Aunque todavía no hay fecha cierta porque deben seguirse todos los pasos, Ricci adelantó que serán convocadas “por lo menos dos o tres” asociaciones civiles, ya que el proceso de reducción y venta sigue el mismo derrotero que el de los caños de escape, aunque ya se está hablando “de volúmenes mucho mayores”.