Por Jorge Cuello
El partido ya había finalizado, los jugadores se saludaron caballerosamente, los de Athletic buscaron cabizbajos los vestuarios y los de Unión quedaron festejando frente a la tribuna donde estaba su parcialidad. Dentro de ese cuadro, un grupo de simpatizantes de ASAC rompió el tejido ingresando al campo de juego. Los árbitros se encontraban todavía en la cancha y fueron asistidos y llevados a uno de los vértices del reducto para mantenerlos lejos de los ingresantes que avanzaban hacia donde aún había hinchas visitantes.
Fue en ese momento que ingresaron los efectivos policiales con escopetas de bala de fogueo para disuadir el desborde.
El campo todo fue una movida de uno y otro lado, con hinchas arrojando piedras y elementos y la policía balas de goma. Todo un bochorno que nada tuvo que ver con el partido que se jugó y termino sin inconvenientes.
En el operativo había veinte policías y al suceder estos acontecimientos llego personal del Comando Radioeléctrico a prestar colaboración.
El móvil policial fue destrozado prácticamente y se reporto el robo del estéreo de esa unidad vehicular.
Si bien los hechos de encontronazos que no llegaron a un cuerpo a cuerpo ocurrieron en la cancha, algunos disparos impactaron sobre la gente que estaba en la tribuna de madera del local donde había niños y mujeres. Esto hizo que otro grupo de esa tribuna reclamaran airadamente a la policía el por qué de ese ataque sin sentido sobre la gente que solo estaba esperando para salir.
Afuera del estadio siguieron algunas corridas sin llegar a mayores. La policía impidió que este grupo que ocasiono los incidentes al ingresar al campo de juego agredieran a los árbitros y que se encuentren con los simpatizantes unionistas.
Hubo heridos de ambas partes, policías con contusiones por las piedras y simpatizantes por balas de goma. También algunos trabajadores de la prensa que se encontraba haciendo notas en ese momento con jugadores recibieron algunas heridas de piedras.
Lamentablemente por este grupo sedicioso y sacado de sus cabales que no eran más de veinte, el club Athletic deberá enfrentar todos los gastos de roturas, móvil policial destruido y las multas impartidas por los informes que se presenten oportunamente por el árbitro y la policía. Y esto no queda acá porque seguramente para próximos clásicos, se extremará la seguridad ampliando a muchos efectivos policiales, haciendo caer notalmente la recaudación por pago del operativo policial.
Gastón Riganti fue la figura de Unión, convirtió un tiro desde los doce pasos y detuvo otro.