Vecinos de la zona de Gálvez y Churchill volvieron a manifestar su malestar por el estado del contenedor ubicado en esa esquina, al que califican como un “basural permanente” pese al paso regular del camión recolector.
Según relataron, la situación se repite todos los días: el camión retira los residuos y, al poco tiempo, el lugar vuelve a quedar colapsado de bolsas rotas, restos domiciliarios, ropa, calzado y todo tipo de desperdicios esparcidos en la vía pública.
A esto se suma la presencia constante de moscas y personas que revuelven la basura, lo que genera un foco de insalubridad y una imagen deplorable para el barrio. “Es una vergüenza. No alcanza con que pase el camión si después todo vuelve a quedar igual”, expresaron con indignación.
Los vecinos también apelaron a la responsabilidad colectiva y cuestionaron la falta de conciencia a la hora de disponer los residuos. “¿Cuánto nos falta como sociedad para convivir de la forma más normal posible?”, se preguntaron, cansados de ver cómo el lugar se transforma a diario en un punto crítico para la higiene y la convivencia en el barrio.