El veterinario renunció porque el municipio nunca cumplió sus exigencias con respecto al estado del quirófano municipal a la hora de realizar cirugías. “Yo así no opero” explicó. Las proteccionistas evalúan hacer una manifestación por la falta de castraciones.
Por Florencia D´Alonzo
Arroyo Seco.- El veterinario Facundo Rabitti decidió renunciar a su cargo municipal dependiente de la Dirección de Acción Social y a cargo de las cirugías de los animales de la ciudad, porque el quirófano municipal no cumple con las condiciones que el profesional considera indispensables para realizar una cirugía sin riesgos como la desocupación total y la limpieza necesaria. Explicó que el Municipio se había comprometido a cumplir con sus pedidos a corto plazo, pero nunca sacaron a los animales del quirófano, y debido a eso y al poco tiempo disponible que le dejaba su actividad privada, decidió renunciar. Resumió diciendo que encaró un proyecto junto con Mauricio Tosetto, director de Acción Social, que no se pudo cumplir y agregó que el director no tenía mucho margen de acción al respecto. Su padre, el reconocido veterinario William Rabitti, quien trabaja en la oficina de la Assal en un local pegado al quirófano municipal, expresó: “Se apropian de lugares públicos”.
Las proteccionistas Lumila Mazzoni y Alicia Estevez, salieron a pedir públicamente que se retomen las castraciones que se prometieron desde el municipio ante el anterior rumor de movilización y explicaron que han retomado esa iniciativa sin fecha confirmada. Ambas mujeres defendieron al anterior veterinario, el rosarino Matias Digiuseppe, que operaba sin problemas en el quirófano municipal con la presencia de animales ene l patio pero la sala de operación completamente ascética. Explicaron que operaba más rápido, las heridas quedaban más prolijas, y trabajó durante muchos años sin que le paguen a término. “Queremos que vuelva él porque se lo merece, tenía más experiencia”, argumentaron.
Por su parte Alicia Estevez, aclaró que no se apropian de lugares públicos, sino que trabajan ad honorem en los únicos lugares disponibles ya que no hay otro espacio para dejar a los animales que se recuperan después de las cirugías.