Ocurrió en una vivienda de Cardozo al 300.
Destrozaron la pared para arrancar las rejas. Tras el robo y luego de los daños tuvieron que volver a amurar la estructura a la pared.
Marta Lencioni contó que ayer a la mañana no había nadie en su casa. En realidad, se ausentaron “una hora” y a volver entró a su casa y observó que todo parecía estar en orden. Sin embargo, al levantar la persiana de la cocina, advirtió que le habían barreteado las rejas de la ventana.
La vecina dijo que lo primero que hizo fue corroborar que la computadora de su hijo siguiera en el mismo lugar y afortundamente todavía allí estaba. Supone que los ladrones, que en definita lograron el ingreso a su propiedad saltando tapiales y violentando esta ventana que da al patio, no han hecho tiempo a llevarse más cosas. Lo que sí pudo comprobar fue el faltante de “rollos de tela, juegos de toallones, una luz de emergencia, un bolso nuevo, cajitas con monedas, un par de zapatillas nuevas y jaros de acero inoxidable que estaban en sus cajas”; entre algunas otras cosas más.
Marta presume que los que ingresaron a su hogar sabían que ellos no estaban y supone que “los estaban vigilando”.
Luego de descubrir el robo, llamó al Comando Radioeléctrico y más tarde radicó la denuncia en la comisaría 27.
Lo llamativo para la familia es que los delincuentes “revisaron cajón por cajón, lugar por lugar pero no dejaron ni un papelito tirado en el suelo”.