El reconocido baterista de Ricardo Montaner, Diego Torres y Ha Ash, entre otras bandas, oriundo de nuestra ciudad, volvió a pisar su suelo para brindar una “Master Class” y efectuar un show junto a su banda “Every Year” conformada por grandísimos músicos locales, en la Sala del Cine – Teatro ASAC: “Extraño eso de quedarse comiendo mandarinas abajo las taperas sin hacer nada, las tardes, la siesta. De chiquito en la escuela, como baterista y músico, he roto muchas reglas de plástico contra las mesas”, recordó entre risas.
Ayer por la tarde noche, Ezequiel Martin Ghilardi, reconocidísimo baterista de importantes bandas y músicos del mundo, retornó a su ciudad de origen para demostrar su exquisitez musical adquirida con el tiempo a base de esfuerzo y trabajo: “Estoy contento, siempre es lindo venir a Arroyo Seco y visitar las raíces. Tiene otro gusto hacer una clínica acá, compartir un poco de música con la gente de la ciudad. Estuve haciendo una Master Class, contando mi experiencia de cómo trabajo en la música, cómo es tocar en todos los rubros que yo hago y aprender de todos; tratar de pasar lo mío para que les sirva a los músicos y que los puedan incorporar en su trabajo”, contó primeramente el batero ante los medios de comunicación, haciendo alusión a la clínica que brindó ante un auditorio de músicos locales y regionales que coparon las butacas delCine – Teatro ASAC. “En esta carrera uno nunca termina de formarse porque aparte es una pasión, uno se retroalimenta de eso, de conocer y motivarse. Dios te da el talento, pequeño, grande o mediano, y uno tiene que ponerle horas de trabajo y dedicarle mucho esfuerzo”, agregó.
A su vez, Ezequiel brindó un concierto tras la Master Class junto a los músicos Leandro Pagura (bajo), Santiago Pagura (Guitarra) y Matías Galasso (teclados), bajo este cuarteto al cual se suma él en la batería, denominado “Every Year”.
En lo que respecta a una nueva visita a su ciudad, el músico destacó que “cuando uno llega siempre le agarra esa melancolía con cosas de la adolescencia, de la infancia, que está buenísimo. Extraño eso de quedarse comiendo mandarinas abajo las taperas sin hacer nada, las tardes, la siesta, pero bueno uno debe andar haciendo cosas por el mundo. De chiquito en la escuela, como baterista y músico, he roto muchas reglas de plástico contra las mesas”.
Sobre sus próximos proyectos, Ghilardi puntualizó que “de acá me voy a México, estoy viviendo entre México y Los Ángeles (USA); toco con Ricardo Montaner y trabajo en estudios de grabación y hago mi música”, argumentando además que “siempre uno tiene sueños, la cuestión es seguir para adelante y no alborotarse, los músicos somos muy ansiosos así que hay que bajar un cambio”.