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Fue la frase que utilizó Carina Stangoni para “avisarle” a los ladrones en general que después de “seis o siete” veces de haberle saqueado la casa familiar que tienen en el Barrio Playa Mansa, no les queda más nada para que les lleven.
En charla con Extremo Diario, contó que hoy fue a su casa de fin de semana con la esperanza de poder relajarse un rato, “escuchar los pajaritos” y respirar aire libre; sin embargo, se llevó una triste e indignante sorpresa, personas desconocidas habían ingresado a su propiedad. La mujer dijo que sacaron las rejas de la ventana del baño, las cuales las arrancaron. No se explica cómo, pero estaban atornilladas del lado de adentro y así y todo lograron sacarlas.
Los malvivientes le revolvieron cada uno de los sectores de la casa, le llevaron utensilios, herramientas nuevas y hasta comida que tenía en la heladera.
Según presumen, el hecho se habría perpetrado en estas últimas horas porque la heladera quedó abierta y todavía tenía hielo en el congelador.
Con mucha impotencia afirmó que ya han pasado por otros casos similares y también agregó que esta vez decidió no hacer la denuncia porque “es una pérdida de tiempo y yo tengo que seguir trabajando”.
