Es la segunda vez que les roban. Se trata de una familia que vive en calle Coronel Arnold al 1200.
Carola Luna fue quien nos recibió. Angustiada con los hechos, narró que alrededor de las 9 de la noche, la llamaron del servicio de monitoreo de la alarma porque los sensores dentro de su casa se habían activado. Simultáneamente, la empresa de seguridad se contactó con la policía y también les pidió colaboración.
En ese momento, ni Carola ni su familia estaban en el domicilio. Al llegar se encontraron con las rejas de una ventana violentadas y el faltante de un televisor de 24 pulgadas que estaba en el living de la vivienda.
Con mucho dolor, contó que es la segunda vez que le roban. Hace 2 años y medio se mudó a este barrio y a los tres meses de instalarse en su nuevo hogar, la saquearon; y hace poco tiempo, ella misma corrió a un ladrón que ingresó a su propiedad con claras intenciones de robo.
Estiman, por huellas que quedaron marcadas en la mesada de la cocina, que la persona que entró esta noche era de contextura pequeña y se animó de decir que quizás se trató de un menor de edad.
Pese a que la alarma se activó, los vecinos cercanos no escucharon la sirena de alerta.
La familia damnificada presume que los delincuentes que se llevaron el televisor, no tuvieron oportunidad de continuar recorriendo el domicilio porque probablemente los ahuyentó el toque del dispositivo de seguridad.
La policía estuvo en el lugar y el matrimonio tenía pensado presentarse en la comisaría local a fin de radicar la denuncia correspondiente.