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Paola Sosa, contó que en su casa son seis los afectados por el consumo de chacinado infectado. Es decir, son dos adultos de 40 años; y sus hijos de 17,13, 10 y 8 años.
Foto: Imagen Ilustrativa
“Mi hijo más grande y yo son los que hemos tenido más síntomas. Él tenía mucho dolor de cuerpo, fiebre, sudoración, dolor de nuca, de cabeza; entonces estimaban que era un covid y no esto. Por eso lo hisoparon, pero dio negativo. Y yo empecé con los ojos inflamados y en un principio pensaban que era una alergia estacional porque yo tengo problemas en los bronquios entonces no me dieron mucha bolilla porque ya se me iba a pasar y tenía también dolor muscular, pero yo lo atribuía a que había arrancado de vuelta el gimnasio y entonces se me confundía todo. Después con el pasar de los días se me fueron inflamando cada vez peor, me mandaron al oculista, pero me dijeron que a nivel visual no tenía nada y que la inflamación la tenía en el párpado y debajo pero no tenía que ver con la visión”, relató la mujer que indicó que luego de pasados unos días finalmente pudo hacer contacto con el Dr. Roberto Capato.
El médico le solicitó que le mande una foto de su rostro para ver el edema que presentaba en los párpados. Le comentó entonces que ya había trascendidos de un brote de triquinosis, por tanto, le indicó análisis y finalmente el resultado lo tuvo el jueves por la noche. Incluso para ese momento le había llegado vía WhatsApp la foto de Mauricio Bachieca y reconoció que “tenía los ojos igual” de inflamados.
Paola recordó que comieron salamín la semana pasada, el día de jugó el partido la selección argentina y que, todos probaron de la misma picada. Ayer por la mañana le recomendaron que vean a un infectólogo de Rosario y el seguimiento a nivel local se lo continuaba Capato. Mientras que a sus chicos la Dra. Angélica Aguilera. En lo que refiere al tratamiento, como es en estos casos, estaban esperando la medicación para arrancar con antiparasitarios y corticoides.
Mauricio Bachieca, su esposa Daniela Boni y sus tres hijos; fueron diagnosticados con triquinosis. La enfermedad avanzó en ellos tras consumir “un salamín fresco” que compró en la ciudad y admitió que le llamó “poderosamente” la atención porque sabe que es una fábrica conocida. Ahora están con el tratamiento pertinente y con seguimiento médico.
