El dato surge tras la viralización de una foto del frente del domicilio de Miriam Solís, encargada de la Guardia Urbana Municipal (GUM). Junto a esa imagen se podía leer: “Encargados de controlar la venta de pirotecnia (GUM) tienen un puesto de venta en su casa… ¿Qué ciudad Dios mío. A quién vamos a reclamar?”.
Luego, y tras la polémica que se inició mediante un grupo de WhatsApp, efectivamente la empleada municipal confirmó por la misma red social: “Es mi casa. Mis vecinos vendían esas cosas. Es más vendían estrellitas y cosas lumínicas. Cualquier cosa a disposición. Tengo 6 perros y una nieta autista, pero bueno hay gente que vive de eso y le gusta hacer esas cosas… gracias”.
Al respecto, los mismos vecinos de la cuadra afirmaron que no hubo en la cuadra otra venta similar y que en la única vivienda que vendían allí por calle Baigorria, fue la de la agente que presta servicios para la municipalidad.
Cerca de las 11 de la mañana, el Secretario de Gobierno Adrián Spina la llamó para citarla y poder dialogar con ella acerca de lo ocurrido.
En tanto, otra información que surgió del caso fue que la hija de Solís es quien estaba comercializando elementos pirotécnicos.
En la ciudad, vale decir, rige una ordenanza local que restringe el uso, manipulación y comercialización de pirotecnia.