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El filmó su auto para certificar en qué condiciones lo enviaron al corralón.
Ezequiel Zabaleta, un hombre de 40 años, relató su experiencia en la madrugada de hoy en la céntrica zona de Arroyo Seco. Explicó que conducía por calle Belgrano llevando a su amigo a la parada de colectivo y que en el trayecto se detuvo en el kiosco de Belgrano antes de Mitre para comprar cigarrillos y que en ese momento advierten que la M ya se acercaba. Cuando el semáforo de esa esquina se puso en verde, levantó algo de velocidad para alcanzar el colectivo, pero cuando llegó al final de la plaza 9 de Julio, una camioneta de la policía lo interceptó y un agente se le acercó preguntándole por qué iba conduciendo tan rápido. Zabaleta, por lo que relató en diálogo con Extremo Diario, le explicó que estaba tratando de alcanzar el colectivo que acababa de perder su amigo, pero el oficial continuó regañándolo y exigiéndole que saliera del auto.
Zabaleta obedeció y el oficial siguió interrogándolo, preguntándole adónde iba y por qué tenía tanta prisa. Zabaleta explicó que, si su amigo perdía el colectivo, tenía que esperar dos horas al siguiente, ya que vivía en Empalme. Luego, el policía le ordenó que se apoyara en el automóvil y procedió a registrarlo a él y a su Peugeot 405. Zabaleta estaba confundido y molesto por el comportamiento del oficial y preguntó por qué lo trataban de esa manera.
La situación se intensificó y llegaron más policías al lugar, rodeando el automóvil de Zabaleta. Exigieron ver su documentación, y cuando les manifestó que había dejado su celular en la casa y su seguro en él, se volvieron cada vez más hostiles, amenazando con secuestrarle el coche y llevárselo al corralón. Por ende, decidió ir corriendo hasta su domicilio y recuperar su teléfono celular para poder mostrarle a la policía su seguro.
Zabaleta expresó su enfado y frustración por el trato que le dio la policía, afirmando que lo habían humillado y tratado como si fuera un delincuente. Consideró que su comportamiento fue arbitrario e injusto y que habían actuado de mala fe. Otra denuncia grave que expuso fue: “me tiraron la del soborno, pero yo no soborné en ningún momento porque yo no voy a pagar por algo que no hice nada”.
Por último y para el cierre dijo que, a pesar de que presentó todo lo que le pidieron, le llevaron igualmente le secuestraron el vehículo “por orden de la policía”.
Ya anticipó que el lunes se presentará en el Tribunal de Faltas Municipal donde realizará un descargo al respecto y gestionará la liberación del auto.
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