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La Lepra jugó un pésimo partido y Gimnasia lo goleó 3-0. El equipo de Berti lleva once fechas sin triunfos y parece lejos de encontrar el rumbo. Volvió Heinze y se lesionó Casco
Pomelo fue de lo poco rescatable en la Lepra. Foto: Ahoradeportes.com
Difícil imaginar un peor partido de Newell´s. Hay que remontarse bastante atrás para encontrar un encuentro en el que haya sido superado como lo superó Gimnasia en La Plata. Fue 3-0 para el Lobo en lo que se constituyó en el partido número once sin triunfos para la Lepra. El equipo de Berti parece cada vez más sumergido en un pozo y encima perdió a un soldado clave para lo que viene, Milton Casco, que salió lesionado.
No dio pie con bola el Rojinegro y el 0-3 fue una chapa que reflejó lo que pasó en el campo de juego. Desde el primer minuto hasta el último, Gimnasia dominó, primero con la bandera de la presión para cortar el juego de Newell´s y después con la velocidad para poner a sus delanteros en situación de peligro.
El conjunto rosarino nunca pudo manejar la pelota con fluidez. El técnico Berti apostó al recambio y los que tuvieron la chance de ser titular aportaron poco y nada: ni Castro (jugó por Bernardi), ni Muñoz (por Figueroa) ni el juvenil Ponce (por Trezeguet) estuvieron a la altura. Tampoco Maxi y Banega pesaron, con lo cual el arquero de Gimnasia, Monetti, fue casi un espectador del partido.
Para colmo, en el fondo, tampoco Ortiz ni Heinze, que volvió tras la lesión, dieron seguridad. Sólo Mateo, que volvió a jugar de cinco, salvó la ropa. Y Guzmán.
El arquero, de hecho, casi mantiene el cero cuando le atajó de manera magnífica un penal -por un agarrón de Heinze en el área. Pero el rebote lo tomó Gastón Díaz y abrió el marcador.
Newell´s no reaccionó. O siguió ahogado por Gimnasia, que por el contrario, lucía cómodo y pudo marcar algún otro gol en la primera etapa.
Pero no lo hizo, y en el inicio del segundo tiempo Newell´s pareció insinuar una mejoría a partir de un mayor protagonismo de Banega. Pero duró poco. Hasta que a los 14 el Lobo marcó el segundo, a través de Blengio.
Ya estaban en la cancha Bernardi, que entró por Casco, y Figueroa, que ingresó por el pibe Ponce. Los cambios le dieron al Rojinegro mejor control de pelota. Pero igual no generó riesgo y en una contra Pereyra puso el 3-0 para Gimnasia, que jugaba a voluntad.
Newell´s mostró su peor cara en La Plata, lleva once partidos oficiales sin ganar y la preocupación gana terreno entre los hinchas del club de Parque.
