Fue goleada en el Parque: 4-1. Un tanto de Heinze cuando terminaba un parejo primer tiempo abrió el partido. Luego, Casco, Díaz y Figueroa moldearon lo que por momentos fue baile. Descontó Nanni y fue expulsado Cardozo
Newell’s tuvo otro partido para ilusionarse con el mejor de los escenarios al final de la temporada. No sólo porque volvió a ganar con fútbol y goles, sino porque enfrente estaba nada menos que Vélez, uno de los equipos más fuertes de la Argentina en el último tiempo. Y el Fortín llegaba completo. Y la Lepra no, debía suplir varias ausencias importantes. Y así mismo fue triunfo y goleada local, por 4-1, resultado que sirve para reinstalarse en la pelea.
Un cabezazo preciso de Gabriel Heinze cuando terminaba un parejo primer tiempo abrió el partido y en el complemento llegó lo mejor: Milton Casco, Cristian Díaz y Víctor Figueroa redondearon un resultado aplastante que momentos incluyó baile, con el “ole” bajando de la tribuna. El descuento (1-3) fue de Roberto Nanni, mientras que Facundo Cardozo vio la roja por doble amarilla.
Los 45 minutos iniciales por momentos no dieron respiro, con ambos equipos decididos a lastimarse y con algunas fisuras en el medio y en ambas defensas que así lo permitieron. Se hicieron sentir las prematuras salidas de Diego Mateo y Fernando Tobio, uno por lado, por sendas complicaciones físicas.
Pero a pesar del intenso ida y vuelta, los delanteros estuvieron faltos de puntería, y cuando le acertaron a los arcos respondieron los arqueros.
En un extremo del campo se impuso la categoría de Mauro Zárate, bien escoltado por Lucas Prato, generando numerosas situaciones claras que el Fortín no supo capitalizar.
Del otro lado, el pibe Ezequiel Ponce, titular relegando una vez más al banco a David Trezeguet –Fabián Muñoz no jugó por un dolor–, fue el que más buscó en el ataque local, luchando a veces solo ante la última línea y encarando siempre a puro corazón y gambeta. Él generó el tiro libre que desembocó en gol a segundos del descanso.
Un comienzo demoledor de Newell’s en el complemento fue clave para no poner en riesgo la victoria en ningún tramo del resto del partido. Casco definió una contra asistido por un intratable Ponce y al rato, Díaz también fue el receptor del último pase de una gran jugada y tampoco perdonó.
Vélez sintió que no podría reponerse de ese doble baldazo helado, y no lo hizo. Sólo el ingreso de Nanni le aportó lucidez a una delantera velezana que ya estaba fuera del partido. De hecho, fue el autor del descuento, que sólo fue un chispazo del equipo del Turu Flores en medio del resplandeciente juego que ya desplegaban los de Alfredo Berti.
Eugenio Isnaldo, que reemplazó a Alexis Castro, pudo aumentar la diferencia pero lo merecía Figueroa, que jugó otro buen partido. Y el mediapunta, en su 200° encuentro con la camiseta rojinegra, se lució con un globo desde 30 metros que Sebastián Sosa nunca alcanzó en su desesperado retroceso.
Fue el broche que cerró la fiesta en el Coloso Marcelo Bielsa, donde la euforia se volvió irrefrenable. Definitivamente, Newell’s volvió. Demostró esta vez que no depende de figuras como Maxi Rodríguez, Ever Banega o Marcos Cáceres, los grandes ausentes de la noche. Y la Lepra está otra vez en la pelea, mientras que el elenco de Liniers no pudo alcanzar a Colón en la punta.