En su regreso a la titularidad, el capitán del "Xeneize" marcó de penal para sentenciar el 2 a 0. Juan Sánchez Miño había abierto el marcador.El elenco de Bianchi suma siete puntos y se ubica a seis de Colón, líder del torneo
Con un reconocimiento sencillo, por los 200 partidos que disputó Juan Román Riquelme con la camiseta de Boca, el "Xeneize" recibió a Olimpo con la intención de mejorar la deslucida imagen que viene manteniendo en los últimos tiempos.
En el comienzo el encuentro se mantuvo parejo. Si bien el dueño de casa intentó tomar las iniciativas, la visita se encargó de mantener preocupado a Emanuel Trípodi y la fórmula que ambos emplearon fue el remate de larga distancia. Juan Manuel Sánchez Miño y Leonardo Gil fueron los que más probaron de lejos.
La prematura lesión de Jonathan Blanco, a los 25 de la etapa inicial, obligó a Walter Perazzo a enviar a la cancha al joven Javier Reina, un colombiano que despierta grandes expectativas en el sur de la provincia de Buenos Aires.
El complemento despertó con un elenco bahiense mucho más atrevido. La desesperación por el grito local llevó a que el combinado de Carlos Bianchi quede mal parado en defensa y el "Aurinegro" buscó los enormes espacios en los pies de Martín Pérez Guedes y Ezequiel Miralles. De todos modos, un disparo de Luciano Acosta, desactivado por Nereo Champagne, y una defectuosa definición de Emmanuel Gigliotti mantuvieron la ilusión en La Bombonera.
Cuando transcurría el octavo minuto en el cronómetro de Darío Herrera, Leandro Marín llegó hasta el fondo para enviar un centro venenoso, que Cristian Erbes capitalizó perfectamente para asistir a Juan Sánchez Miño. Así, una de las figuras de la noche anotó el 1 a 0 ante un arco desierto. La destacada combinación colectiva derivó en un grito de desahogo en el Alberto J. Armando. Boca demostró que está vivo y que todavía se anima a pelear el campeonato.
En el desenlace del espectáculo, una salvada de Trípodi a un cabezazo de Furios fue elemental para que la entidad boquense sume los tres puntos. De no ser por el reemplazante de Agustín Orión, Riquelme no hubiese tenido la chance de cerrar el choque desde los doce pasos. Con suspenso, el máximo ídolo del club sentenció el 2 a 0 para mantener las esperanzas intactas. Además, en su próximo compromiso los de la ribera se medirán ante Racing, un adversario que recibió un nuevo golpe ante Lanúsy pugna en el fondo de la tabla de posiciones.