Newell’s ganaba con gol de Maxi y tenía la victoria en el bolsillo. Pero en la última pelota Gremio alcanzó el empate con un cabezazo.
Tenía el triunfo en el bolsillo. Se jugaba el primer minuto de adicional y Newell's ganaba un partido chivísimo. El gol de Maxi Rodríguez ubicaba a los rojinegros en la cima del Grupo 6 de la Copa Libertadores. Pero la última foto del encuentro iba a deparar un desencanto mayúsculo en el Parque. Un centro envenenado de Barcos terminó en el cabezazo letal de Rhodolfo y lo que eran tres puntos de oro se transformó en apenas uno sólo de lata. El empate de anoche obliga a los rojinegros a jugarse el pasaje a los octavos de final en la visita del miércoles a Nacional de Uruguay y luego cuando reciba a los colombianos en el Coloso. El triunfo estuvo muy cerca, pero se esfumó en el último instante. Por eso el sabor amargo.
La primera etapa tuvo los roles bien claros. La Lepra movió la pelota de una banda a la otra, a veces sin sorpresa, buscando la grieta para perforar y lastimar a un adversario que lo respetó demasiado. Mientras que Gremio de Porto Alegre no tuvo vergüenza en abroquelarse atrás y esperar agazapado una contra apelando a velocidad de Luan y compañía.
Hubo apenas un par de revolcones de los arqueros. Víctor Figueroa le dio desde afuera y Grohe tapó con la mano cambiada. Después fue astuto el Patón Guzmán cuando se quedó parado en su palo para desactivar un tiro libre con rosca que ejecutó Pará. Y en el cierre de la etapa Milton Casco exigió al uno del tricolor en una arremetida por izquierda.
El segundo tiempo fue palo y palo. De entrada nomás el pibe maravilla Ezequiel Ponce capturó una pelota perdida, desenfundó y estrelló el disparo en el travesaño del arco del Palomar. Chance neta. Luego Gremio, que ya no estaba tan atrás, tejió un avance por la derecha y el tiro a la carrera de Ramiro chocó con la tapada de Guzmán.
El partido ya era dramático. El travesaño volvió a decirle que no a Newell's. Figueroa le dio con rosca desde la derecha y Ponce metió un cabezazo de manual que tenía destino de red, pero entre el horizontal y la estirada de Grohe para alcanzar la pelota lo impidieron.
A los 34' explotó el Parque. Figueroa, casi desde el piso, la cedió a Maxi y la Fiera sacó un tiro rasante que se filtró por abajo del arquero visitante y puso a Newell's arriba.
A esa altura el cotejo no daba tregua. Barcos quedó sólo ante Guzmán, pero el Patón lo atoró y desactivó el peligro. Todo se encaminaba a la victoria rojinegra, pero el final tenía guardado un mal trago para el local. En el primer minuto de adicional el lungo Rhodolfo cabeceó en soledad en las narices de Guzmán y estampó el 1 a 1.
Así a Newell's se le escapó el triunfo justo en la última pelota. Por eso la multitud rojinegra se fue masticando bronca, aunque enfrente tuvo a un rival que forzó el resultado hasta el final y tuvo recompensa.