Es un empleado público de 45 años, cuyo ingreso fue rechazado este lunes en San Pablo. Viajó por su cuenta, pero figura en la nómina de 2.100 nombres de entrada prohibida que envió el gobierno nacional al país vecino por el Mundial. Su abogado, Carlos Varela, dijo que no tiene antecedentes penales.
Un hincha de Rosario Central se transformó este lunes en el primer argentino deportado en Brasil en la previa del Mundial de fútbol. Su nombre figura en la nómina de 2.100 nombres de entrada prohibida que envió el gobierno al país vecino, por lo que se le impidió el ingreso en la ciudad de San Pablo. Se trata de Daniel Attardo, delegado de UPCN en el Hospital Centenario, quien según su abogado Carlos Varela "no es barra brava" y sólo pretendía pasar unos días de vacaciones con su familia.
Attardo fue rechazado por la policía migratoria brasileña, pues al chequear su pasaporte advirtió que figuraba en la nómina de derecho de admisión, supuestamente elaborado por fuerzas de seguridad argentinas. Segun Varela viajó con su pareja por su cuenta. Otras fuentes relataron que al llegar al aeropuerto internacional de Guarulhos llevaba vestimenta del club canalla.
Varela confirmó que Attardo llegó este martes a la madrugada de regreso a Rosario y que estaba muy molesto, por lo cual analizaba realizar un reclamo judicial. "Había hecho un gran esfuerzo económico para viajar con su familia", dijo el abogado en diálogo con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra en Radio 2.
Además, el letrado aseguró que el hombre no es barra –lo describió como "un hincha de Central que acompaña l equipo en todos los partidos, como tantos"– y que tampoco cuenta con antecedentes penales.
La lista de 2.100 nombres argentinos de ingreso prohibido a Brasil está en manos del área de Migraciones de la Policía Federal del país vecino, cedida por el gobierno nacional.
Las nóminas de hinchas violentos fueron solicitadas a todos los países que competirán en la Copa del Mundo pero hasta el momento, sólo Argentina envió la información, informa la prensa paulista. Señala que Inglaterra, Bélgica y Alemania, por ejemplo, advirtieron que directamente no les permitirá salir de sus territorios.
"Si tratan de entrar, serán expulsados. Si lograran burlar los controles, serán detenidos dentro de Brasil y serán deportados sumariamente ", dijo el delegado de la Federal Luiz Eduardo Navajas, jefe de la Interpol (policía internacional) en Brasil.