El mejor jugador del Mundial de Brasil salió de paseo por un centro comercial a cielo abierto en Funes, firmó autógrafos, se sacó fotos con sus fans y demostró que es un grande dentro y fuera de la cancha.
Lionel Messi disfruta de sus merecidas vacaciones en Rosario. El crack de la selección nacional, que fue elegido como el mejor futbolista del Mundial de Brasil, eligió su ciudad natal para tomarse un respiro antes de que arrancar la temporada con el Barcelona.
Y, pese a ser una estrella internacional, conserva la humildad y el buen humor. Lo demostró cuando se llegó hasta la vecina ciudad de Funes, donde paseó, como si fuera un vecino más, por el centro comercial a cielo abierto Tierra Chica.
Está claro, su habitual tranquilidad fue rota por los pedidos de fotos y autógrafos que le hicieron los que se lo cruzaron y que no pudieron contener la emoción de encontrarse cara a cara con el mejor jugador del mundo.
Como cada vez que abandona la casa familiar, donde se refugia junto a Antonella, su mujer, y Thiago, su hijo, y sus padres, Messi atendió con una sonrisa cada uno de los requerimientos que le hicieron y posó una y otra vez para las fotos junto a sus fans.
Ya lo había hecho antes de partir rumbo a Brasil para jugar la Copa del Mundo, cuando fue a desayunar al bar de su familia, el VIP, y ahora después de acariciar la gloria en la competencia de selecciones más importante del planeta. Bien dispuesto y de buen humor. El sello de distinción de la Pulga.