Rosario Central pone primera en Córdoba, cuando desde las 17.15 enfrente a Juventud Unida de San Luis por los 16vos de final de la Copa Argentina. Ante la falta de refuerzos Russo apuesta a los pibes y a lo que quedó del torneo pasado.
Rosario Central vuelve a ponerse la pilcha después de un extenso receso para tratar de arrancar el semestre con el pie derecho. Los de Russo tendrán una intensa segunda mitad de año, con triple competencia, siempre y cuando vayan avanzando en los torneos que tienen eliminación directa (Copa Argentina y Sudamericana), por lo que para ello tendrán que ganar o ganar en la jornada de hoy.
En la previa la chance es ineludible, pocos equipos tuvieron una posibilidad tan concreta de meterse en los octavos de final, al medirse con un plantel tan golpeado, disminuido en sus posibilidades y con suplentes que en teoría no están en condiciones. Pero más allá de esto Central deberá validar su situación en cancha y para ello no cuenta con margen de error.
Sobran los ejemplos de sorpresas en esta Copa Argentina, por lo que subestimar a un equipo como el puntano podría ser un arma de doble filo. Central debe tratar de resolver el partido lo antes posible, no sufrir y quedar lejos de correr riesgo con algún jugador, ya que hasta que no aparezcan los refuerzos el plantel en determinados lugares es extremadamente corto.
Teniendo en cuenta que hasta aquí el entrenador no cuenta con caras nuevas, el mismo decidió apostar por los juveniles, y es por eso que Jonás Aguirre será el reemplazante del ya jugador de Boca, Federico Carrizo. El otro cambio radical será una improvisación como la de Encina como doble cinco, tratando de realizar el trabajo de Méndez, pese a que algunos lo ponen en duda.
En frente asoma un equipo golpeadísimo, sin muchos de los titulares que disputaron la final del segundo ascenso del Argentino A, debido a que muchos contratos vencieron en junio y que muchos otros no cuentan con la habilitación necesaria. Incluso en la semana el entrenador admitió que se le complicaba armar el banco, demostrando la pobreza futbolística de este quipo.
En definitiva todo lo que suceda en cancha de Instituto, depende pura y exclusivamente de Central, lo bueno y lo malo, lo aburrido o lo entretenido, está claro que la iniciativa la tendrá el conjunto rosarino y el partido en si dependerá del rendimiento de sus individualidades. Llegó la hora de la verdad, el momento de demostrar y la hora de saltar a la cancha para decir presente más que nunca.