Fue empate sin goles en el Amalfitani. La Lepra, de flojo rendimiento, no se pudo subir a la cima del torneo. Ustari fue la figura rojinegra.
Newell's se trajo un punto de Liniers que a la hora del balance suena como muy positivo. Le faltó protagonismo y careció de la precisión necesaria para definir dos situaciones muy claras. Pero enfrentó a un rival que le planteó un juego agresivo y que sobre el final estuvo cerca de liquidarlo.
A Newell's le costó una enormidad hacer pie en el difícil reducto de LIniers. Porque si bien al principio fue trabado y de mucho estudio. Vélez pareció encontrarle rápido la vuelta al partido y, en base a movilidad y desmarques, le complicó la vida a un equipo leproso que no tuvo volumen de juego y que generó poco y nada en materia ofensiva.
Nadie parecía agredirse hasta pasados los 10', pero cuando Vélez entendió que a la visita había que moverla, cambiarle de frente y plantearle el pie contra pie, comenzó a sacar diferencias.
El primer alerta lo dio Rolón, quien conectó de cabeza un centro desde la izquierda y su definición se fue apenas alto. Y el segundo fue un remate de Cardozo tras un córner, dos minutos después.
Lucas Pratto tuvo una inmejorable oportunidad a los 20', cuando le pegó mordido desde inmejorable posición tras una habilitación de Caraglio.
Con un Bernardi intermitente, sin un socio para juntarse y con la buena presión de los defensores locales sobre Tonso, Figueroa y Fydriszewski, a Newell's se le hacía difícil generar fútbol y apostaba a algún pelotazo.
Recién a los 34' los de Raggio tuvieron una muy buena oportunidad, la primera de la lepra en esa primera mitad, cuando Fydriszewski aprovechó una buena habilitación de Bernardi y la envió junto al palo izquierdo de Sosa.
En el complemento fue nuevamente Vélez el que, desde los pies de Cabral, el acompañamiento de Correa y la potencia de Caraglio y Pratto, intentó marcar diferencias ante un Newell's con altibajos y que no encontraba desde Bernardi generar fútbol. Así, los delanteros quedaban aislados.
A los 8' avisó Rolón con un remate que pegó en la parte externa de la red. Vélez iba con tenencia pero sin profundidad.
A los 12' Raggio movió el banco e hizo ingresar a Scocco y a Isnaldo por Figueroa -de floja tarea- y Fydriszewski. Delanteros por delanteros. Sin embargo, no sólo el hecho de que estuvieran con mucho combustible, sino la actitud que mostaron ambos, les dieron a la lepra una postura distinta en el terreno. Se mostró más ambiciosa y, pese a que tuvo intermitencias, mostró inclusive la más clara del partido.
A los 25', un pelotazo desde 30 metros encontró a Scocco frente a la salida desesperada del arquero Sosa, del rechazo la pelota le quedó servida a Tonso, quien desperdició quizás la mejor oportunidad para Newell's.
A los 36' el que se quedó mirando cómo no entró fue el hijo del Turco Asad, quien abrió demasiado el pie para pegarle de zurda y su remate se fue cerca del palo derecho de Ustari.
Sobre el final el partido se hizo vibrante, de ida y vuelta, como si ambos se hubieran decidido a gastar los últimos cartuchos que les quedaban en pos de un triunfo. Pero nadie vulneró a nadie. Y Ustari salvó lo que hubiera sido el triunfo de Vélez cuando magistralmente salvó un cabezazo de Caraglio.
Fue empate sin goles aunque hubo ocasiones. Y pese a que el local tuvo una mejor administración del balón, le faltó ser preciso en la zona de definición.
Newell's llegó menos pero le faltó ser preciso para definir ese par de situaciones que, podría decirse, fueron las más claras del partido. De todos modos, fue un buen punto para un equipo con aspiraciones de protagonista.