Es el partido más importante de los últimos años para los canallas, y por ende debe ser el más pensado. Russo hizo hincapié en la importancia de jugar con paciencia. Se juega a las 21.15 en la Bombonera.
Fernando Barrientos jugará de volante por derecha y será clave a la hora de administrar la pelota con criterio.
Cuando el desafío es grande se deben cuidar hasta los detalles más pequeños. Central define esta noche el pasaje a los octavos de final de la Sudamericana, ante Boca y en la Bombonera. Es el partido más importante de los últimos años para los canallas, y por ende debe ser el más pensado. Tal vez por eso el técnico Miguel Angel Russo hizo hincapié en la importancia de jugar con paciencia. Porque será determinante reducir el margen de error, más aún en la defensa, donde fue el epicentro del temblor durante el encuentro del sábado con Tigre en Victoria.
En función de esto, y en virtud de lo que sucedió en el primer partido disputado en el Gigante, habrá que evaluar cuáles serán las estrategias que adoptará Central para intentar lastimar el arco de Orion, a sabiendas de que está obligado a vulnerar aunque sea una vez la valla xeneize debido a la igualdad en un gol.
Claro que tampoco es cuestión de atacar con ingenuidad, por lo que los de Russo tendrán que ser aplicados en el desenvolvimiento desde la zona de volantes hacia atrás. Porque también hay que analizar cuánto más ganará en juego el equipo de Arruabarrena con la presencia de Fernando Gago y Federico Carrizo, quienes en esta ocasión serán titulares.
Por eso es que cada partido es una historia diferente. Y debido a esto es que Russo durante la previa ensayó las diferentes variantes de juego, relacionando los movimientos y la modificación de nombres con hipotéticas situaciones. Tal vez por ello alternó en el armado de la zona de gestación y contención a Pablo Becker con Nery Domínguez (ver aparte), lo que generó la duda que giró en torno a los once nombres iniciales que saldrán esta noche a jugar el partido decisivo.
La complejidad del compromiso disminuirá si Central resuelve los desacoples que evidenció ante Tigre y ratifica las cualidades que exhibió con San Lorenzo, y para ello serán claves la convicción y la tolerancia para insistir con lo ensayado.
Es lógico suponer que los canallas deberán trabajar el partido, morigerando las ansiedades para moldear el juego que los lleve a convertir y evitar la caída de su arco.
Boca no se presenta como un escollo insalvable, aunque es evidente que desde la llegada de Arruabarrena el equipo ganó en organización táctica. No obstante tiene que sortear la presión que le impone el contexto, porque su gente en su casa exige la victoria.
Central está ante un reto diferente, al que llegó por mérito propio, como consecuencia de una campaña de superación y consolidación, que cuando se logra es natural que el trayecto disponga de nuevos destinos. Como el de esta noche de Copa.