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Canallas y leprosos juegan en el Gigante de Arroyito desde las 15 con arbitraje de Patricio Loustau. Russo hace cuatro variantes y Raggio dos. Ambos equipos vienen de perder.
Abreu banca la marca de Víctor López. Será un partido luchado.
Para Miguel Angel Russo, el clásico es “la presión más importante que tiene la ciudad”. Gustavo Raggio proclama que Newell’s tiene que “afrontar la demanda de éxito”. Canallas y leprosos vuelven a verse las caras hoy desde las 15 en el Gigante. Y una vez más, como siempre, el fútbol, el juego puro, la relación de la pelota con los jugadores, entrará en acción recién cuando los protagonistas se despojen de las presiones, las urgencias, el entorno, los antecedentes, el presente... Eso sí, tienen prohibido relajarse. Aunque parezca contradictorio, el que se pase de sereno, lo padecerá. Porque a pesar de que el nerviosismo no es un buen consejero, más bien el principal enemigo para este tipo de partidos, la cuota de adrenalina en su justa medida es imprescindible para alimentar el juego que, se insiste, empezará a tallar recién cuando la pelota se transforme en el preciado tesoro de la tarde. Si uno de los dos no logra equilibrar su espíritu, seguramente sufrirá los embates del microclima diferente a todo que propone un clásico.
Lo anterior se verá. Lo manejarán de una manera o la otra y sólo se podrá comprobar una vez chequeado el comportamiento de los protagonistas. El análisis futbolístico es bastante más sencillo. Abstraer al clásico de su envoltura y ponerlo en cancha permite enumerar las chances que tienen de ganarse.
Y en ese punto, es imposible soslayar que los dos llegan en un momento muy flojo. Newell’s cosechó 1 punto de los últimos nueve que disputó. Y Central ninguno.
Si no fuera porque lo que se juega es el clásico, habría que reducir las expectativas considerablemente.
Esa casi nula suma de puntos en los últimos compromisos de cada uno, también permiten suponer que las urgencias que deberían quedarse en el vestuario podrían mezclarse peligrosamente con la precariedad futbolística.
De ahí a suponer que el empate no le caería mal a ninguno de los dos, hay apenas un paso.
Pero, afortunadamente hay un pero, Central es local y está obligado, y Newell’s viene de caer en los últimos dos clásicos y también tiene sus necesidades. De hecho, la proclama de Raggio habla por sí sola. El DT sostiene que su equipo debe afrontar la demanda de éxito. Y esa necesitad remite a los triunfos de Central en Arroyito y el parque Independencia en la temporada pasada.
Un breve ping pong previo permite asegurar que Newell’s tiene jugadores más determinantes.
También que la experiencia de Russo, invicto en estas lides, contrasta con el debut de Carozo.
En cualquier caso, Central y Newell’s se vuelven a ver las caras. Y hay una ciudad pendiente.
