El de Arroyo superó a Universitario y Ascendió a la División “A”.
Por Jorge Cuello
Fue el partido soñado, el momento glorioso para esta institución que en solo cuatro años logró avanzar hasta este punto. Primero fue su reingreso tímido a la Asociación Rosarina de Básquet de la mano de Germán Luchessi y Marcelo Gallegos, con el apoyo de toda la Comisión Directiva para darle forma al proyecto. El paso dos fue la Divisional “C”, habiéndola superado en solo un Torneo. La “B” le depararía un mal trance el pasado año con magros resultados. Ya en este y por el mes de marzo, con el regreso de Gallegos al Club venido de Chile, el sueño comenzó a generarse con la presentación del estadounidense Antonio Davis que fue de mucha importancia para este ascenso.
Pero no solo llegó el extranjero, también Giraudo, Marcio Robson, el “Sanjua” Gonzales Galdeano para reforzar lo que ya estaba y necesitaba un rumbo. En el Torneo Inicial de Año, Talleres mejoró notablemente con Davis como abanderado. Llegó a las instancias finales y en aquel Final Four quedó tercero.
En la edición Final de Año, con los mismos jugadores fue en busca de lo que se le había perdido por muy poco en el torneo anterior. Fue una dura lucha de los partido a partido, con un Antonio Davis hasta resistido por los árbitros. Pero se acopló muy bien a esta liga y fue el punta de lanza para lograr ganarle a equipos de valía dentro de la rosarina. Pero Antonio no juega solo, todo el equipo de Maxi Robson comprendió el mensaje, sobre todo cuando el DT se volvía loco cuando había desconcentración y su arenga no fue la de decirles bonitos.
Para llegar a este logro, el azulgrana luego de clasificar Segundo en el Torneo Regular, saca del camino a Sportivo América en los Play Off. En el Final Four, ganó los Tres Partidos. Universitario venía bien y también fue presa del “gato”.
Talleres es Campeón, hay fiesta en la familia y el barrio donde se enclava la institución, pero también en la ciudad, por el logro del ascenso a la divisional mayor del reconocido básquet de la rosarina.
El Partido Final
Arrancó mal Talleres, el Primer Cuarto fue de Universitario que en el tramo inicial le sacó una diferencia de 13. Luego se acomodaron sobre el final pero se notaba que las cosas no salían en ese período y se puede decir que fue una floja etapa de juego para los de Arroyo.
Ya en los segundos 10 minutos, las cosas cambiaron, se emparejo el encuentro y terminaron 33 a 33. El Tercer Tiempo fue un rato para cada uno, el marcador iba y venía pero se lo quedó “Uni” por 2 de diferencia.
Los cinco minutos iniciales del Cuarto Final, no fueron buenos para Talleres pero pareció tranquilo mientras su gente que asistió en gran número cantaba desplegando banderas en el formidable Gimnasio Cubierto de Newell¨s Ol Boys. Todo se quebró sobre los cinco restantes y finales, Universitario denunció una evidente falta de piernas y apeló a las faltas. Seguía creciendo Talleres y faltando un minuto para la finalización, todo era fiesta, gritos de alegría y papelitos en el aire.
El de Arroyo Seco sacó al de Rosario de la disputa, un buen equipo como Universitario que se quedó sin nada. Para el módulo que dirige Robson, la gloria del ascenso, que le fue todo cuesta
arriba, pero lo que cuesta vale dice el dicho y el “gato” ahora, está en el tejado, en lo más alto.