Tras la victoria por penales de la Selección Argentina contra Francia en la final del mundo, el pueblo arroyense salió a festejar. El epicentro de los festejos fue nuevamente la plaza 9 de julio.
La Argentina volvió a salir campeona del mundo, luego de 36 años y la gente lo hizo sentir. Con cotillón, humo, cánticos y mucha alegría, el pueblo argentino celebro su tercera estrella mundial.