Seguinos en Facebook Instagram Twitter
lluvia ligera lluvia ligera 24°C

Mundo Digital

¿Cuáles son los riesgos de subir fotos de los hijos a las redes?

Esta práctica, conocida como “sharenting”, es cada vez más común en todo el mundo. Robo de identidad, acoso y pedofilia son algunos peligros de postear imágenes de los chicos.

Imagen de ¿Cuáles son los riesgos de subir fotos de los hijos a las redes?

Hoy es muy común que los padres compartan en las redes sociales, con mucho orgullo y satisfacción, fotos de sus hijos desde que son bebés. El antiguo álbum familiar se trasladó a Facebook e Instagram, con la diferencia de que ahora está a la vista de todos. Las redes están llenas de fotos de menores subidas por sus papás, abuelos, tíos o amigos que muestran cómo es el día a día de cada chico.

Lo que no tan conocido son los riesgos que conlleva esta práctica, conocida como “sharenting”, palabra que deriva de la combinación de dos palabras inglesas: “share” (compartir) y “parenting” (crianza). El sharenting se generalizó en los últimos años no solo en Argentina, sino en todo el mundo, y suscita numerosos interrogantes: ¿quién puede acceder a las fotos de mis hijos?, ¿puedo borrarlas de la web?, ¿qué consecuencias puede traerles a futuro? y ¿cómo se sentirá ese niño, cuando crezca, al ver fotos suyas publicadas sin su consentimiento? Por que, quizá, la mayoría de los papás no se planteó que cuando sus hijos sean más grandes, verán gran parte de su vida expuesta en las redes.

Sin ir más lejos, el 81% de los bebés tiene presencia en internet al cumplir los seis meses, según una encuesta realizada por la firma de seguridad informática AVG en varios países. El mayor riesgo de esta sobreexposición son los fines con los cuales se pueden utilizar estas fotos, mucho más oscuros que la ternura con la que los padres compartes las vivencias de sus hijos en la web.

Acoso en las redes, pedofilia, robo de identidad y ubicación en tiempo real son peligros que los papás no deben ignorar, por más que parezca algo lejano. Prevenir nunca está de más.

Fotos que no se borrarán

Lo primero que se debe saber al subir una foto a la web es que las imágenes pasan a ser públicas, sin posibilidad de eliminarlas, señalan los expertos. Es posible que, cuando alguien busque en Google el nombre de sus hijos, encuentre fotos de hace ya varios años. Ni hablar de que los padres jamás sabrán quiénes tienen fotos y videos de nuestros hijos guardados en sus dispositivos.

“El límite entre lo público y lo privado se desdibuja. Los papás dan sin querer información personal que puede ser usada de forma malintencionada”, señaló la abogada Paola Spatola, autora del libro “¡Atención! Ideas útiles y consejos prácticos para prevenir y enfrentar la inseguridad” (Emecé).

Las redes, dueñas de las fotos

Carla, una salteña mamá de dos nenes, tiene cuentas de Facebook e Instagram, a las que suele subir fotos de los chicos, que tienen entre cuatro y dos años. “Posteo fotos de ellos porque me produce mucha alegría. Al principio tenía miedo por el tema de la pedofilia, pero solo las publico para mis amigos”, contó.

Lo que Carla desconoce es que en la web la privacidad nunca está asegurada al cien por cien. El mayor error es, según Paola Spatola, suponer que la información que subimos se mantiene en el círculo privado de nuestros amigos. “Se puede tener algo de privacidad, pero tenés que saber que nunca será absoluta. Muchos usuarios solo comparten información con aquellos que fueron previamente invitados. Sin embargo, no consideran que sus amigos podrían compartir los contenidos con sus propios contactos”, explica en el libro.

Además, advirtió que algunas redes sociales comparten la propiedad de las fotografías publicadas y pocos lo saben porque casi nadie lee las condiciones de uso. “Las más de cien mil empresas que anuncian en Facebook tienen el derecho legal de acceder a toda la información que usuarios como vos o tus hijos comparten y publican a diario”, señaló.

En el aviso legal de Instagram figura que se reservan el derecho de usar la información que suben los usuarios si ésta tiene repercusión mediática.

La privacidad, una víctima

Los expertos advierten que es muy común que muchos padres suban fotos de sus hijos que pueden ver no sólo sus amigos, sino amigos de sus amigos y a su vez los amigos de aquellos. “La primera víctima de internet es la privacidad y el desconocimiento entre los adultos de los entornos digitales es un escenario peligroso para los chicos. El mayor riesgo es compartir información sin saber quién está del otro lado, donde hay una perversión tremenda, sobre todo con las fotos de bebés. No hay control sobre quiénes pueden acceder a las imágenes. Hoy los adultos no están al tanto de estos peligros y son muy pocos los padres que adoptan medidas restrictivas. Por ejemplo, la mayoría tiene perfiles de Facebook públicos”, detalló a El Tribuno Hernán Navarro, presidente de Gromming Argentina, una ONG internacional que trabaja en la prevención de delitos sexuales en la web.

Navarro advirtió que las redes de pedofilia, el robo de identidad y el acoso sexual están a la orden del día. “Un fenómeno de los últimos tiempos es el ‘morphing’. Muchas páginas de pornografía infantil no utilizan las caras reales y horrorizadas de los niños explotados. Mediante diversos programas, las cambian por fotos de niños sonrientes robadas de la web”, sostuvo el titular de la ONG.

Siguiendo esta línea, la psicóloga Anabel Giménez destacó la falta de cuidado del cuerpo de los chicos en la web.

“Al subir fotos, uno expone al niño a la mirada de desconocidos. Hay casos de mamás que postean fotos de sus hijas con pantalones cortos, puperas o en bikinis. Al hacer esto, no se les enseña a los chicos a valorar el cuerpo ni a resguardar la intimidad”, afirmó la profesional a El Tribuno.

Otro riesgo es la identificación de los chicos por parte de terceros. Hay padres que mencionan el nombre del hijo, el colegio al que asiste, las actividades que realiza, lo que facilita el robo de identidad o que alguien use esas fotos y datos para hacerlo pasar por hijo suyo. Para Navarro, hay una actitud de negligencia de los padres. “Los papás deben conocer que esto pasa y cómo funcionan los entornos digitales. Al publicar datos de los chicos, permiten a otros adultos saber más de sus propios hijos”.

Algunas sugerencias

En caso de subir fotos de los chicos, hay que tomar recaudos. En primer lugar, tener cuidado a quién aceptamos como amigos en las redes.
- Restringir quiénes ven nuestra cuenta de Instagram y Facebook y configurar una alerta en Google para seguir la información que circula con el nombre de los hijos.

- Ajustá la privacidad de tu Facebook para que las fotografías que cuelgues lleguen a la menor cantidad de personas posible.

- No divulgués que te vas de vacaciones o cómo es tu rutina ni la de los chicos. Tampoco publiqués fotos donde pueda verse el nombre de la calle donde vivís o la entrada de tu casa.

- Recordá a familiares y amigos que sean discretos al compartir fotos de los chicos.

- Si vas a una fiesta infantil y tomaste una foto en grupo, pedirles permiso a los padres de los niños que aparecen en la imagen.

- No compartás fotos en “primer plano” de tus hijos para evitar así el mhorphing. Tampoco en situaciones que puedan resultar bochornosas para evitar a futuro casos de bullying.

 

 

Fuente: El Tribuno

Noticias Relacionadas

Comentar

Archivo de Noticias